Vista. No me ha disgustado, en absoluto, pero tampoco entusiasmado, ni de lejos, porque me resulta un tanto vacía e irregular en su conjunto. Y es que se repite a historia de siempre con Eggers: ¿ hace buenas películas, o solo películas que parecen buenas porque están razonablemente bien hechas desde el punto de vista formal ?
Esto lo digo porque generalizando en su cine todo parece correcto, todo está en su sitio - salvo, una vez más, cierta incontinencia expresiva en algunas de las interpretaciones -, mantiene una notable elegancia en la forma, pero nunca consigue que al espectador se implique a fondo o al menos empatice de veras con lo que esta sucediendo en la pantalla delante de sus ojos.
Si acaso lo que más me ha sorprendido, y no para bien, es que esta adaptación bastante canónica no aporta realmente nada a sus ilustres precedentes, y eso, tratándose de un director que ha hecho de su toque personal su seña de identidad, no deja de resultar curioso. Parece haberse limitado a crear un ejercicio de estilo tratando de imitar un expresionismo alemán ( me refiero a elementos y recursos visuales muy artificiosos tales como el formato escogido - 35 mm y 1.66:1, con franjas negras laterales -, el tono frío azulado para las escenas oscuras - Murnau tintó físicamente su blanco y negro rodado de día de amarillo para las escenas diurnas y azul para las nocturnas -, la proyección de la figura sobre las cortinas, la entrada de Thomas en el carruaje en la que su contorno se va estrechando y alargando verticalmente hasta ocupar por completo la franja central de la pantalla, la sombra ominosa de la mano sobrevolando la ciudad, de nuevo su sombra avanzando por paredes y suelos acercándose a su presa en un claro homenaje al original, las puertas del castillo que se cierran estrechando el paso a la luz, los encuadres forzados, eso sí marca de la casa del director, etc etc., todo muy efectivo pero también muy efectista ) dado que cuando se estrenó el primer Nosferatu de Murnau ya estaba medio pasado de moda; al fin y al cabo Nosferatu es el menos expresionista de los films asociados al movimiento, por forma y fondo, e incluso tiró de escenarios naturales en el rodaje. Y, sinceramente, no tengo nada claro si esa decisión tiene mucho sentido hoy en día artísticamente hablando más allá de resultar una curiosidad.
Le reconozco no obstante que gracias a esa decisión tiene algunos momentos muy conseguidos que son visualmente poderosos y por supuesto es de agradecer que tampoco se haya propuesto hacer de su película de vampiros un blockbuster descerebrado lleno de sustos. Por el contrario, es muy respetuosa con sus ilustres precedentes. Incluso demasiado, tanto, que se queda corta. Lejos queda aquí el simbolismo ocultista ( ver el post que puse hace unos días en este mismo hilo ), apenas apuntado en los símbolos "enoquianos" del pasante Knock en la pared de su celda, y la visión tan lúgubre de Herzog con su enfermiza decadencia en la pobredumbre y la enfermedad que te dejaba tan mal cuerpo, tratando supongo de que no genere rechazo y el público actual acuda a las salas. La visión de Eggers de la historia es, casi, poética, como queda bien claro con ese final. Y aúna los dos mensajes de Drácula/ Nosferatu: simbolizar la represión sexual femenina en la sociedad decimonónica con su ausencia de libertad y asociar su presencia como metáfora de la enfermedad. En el fondo Drácula/Orlok no son otra cosa que la representación del deseo oculto, el trauma, esa "melancolía" o tristeza de la que habla la protagonista por causa del sometimiento a la doctrina imperante. Sexo y plaga, conceptos que no nos son precisamente desconocidos en estos últimos tiempos.
Me he extendido en exceso pero igualmente dejo un par de apuntes finales: mucha atención a la notable banda sonora de Robin Carolan, que acentúa esa melancolía y tragedia que flota en el ambiente, nada de elementos de tensión, ni falta que hacen, y en cuanto al polémico aspecto del vampiro, al ver las primeras imágenes no pude evitar pasar de la sorpresa a una sonrisa irónica al venirme a la mente una especie de Pancho Villa vicioso con enfisema pulmonar, pero lo cierto es que pasado ese choque inicial en el contexto del film no desentona y es de los pocos elementos realmente novedosos que aporta. Por desgracia se le muestra en pantalla demasiado pronto. Y mejor cuando se sugiere que cuando se muestra con excesivo detalle. En ese sentido me quedo antes con la sugerente imagen promocional, donde se le ve de espaldas como esa piel a modo de capa dándole un aire primitivo y ciertamente bestial.