Todavía no la he visto y sinceramente no tengo gran confianza en las capacidades de Eggers, al que considero un director interesante pero en absoluto alguien en primera línea. Sea como fuere me extraña que no se haya hablado en el hilo de la génesis del personaje del vampiro, porque es realmente interesante. Supongo que muchos de vosotros conocéis la historia, pero para el resto puede resultar curioso conocer los orígenes y por ello dejo una reseña, no sin antes aclarar que la versión de F. W. Murnau no es la primera que se realizó, ya que existe constancia de un film húngaro previo hoy en día desaparecido. Como a punto de desaparecer lo estuvo su pequeña joya del expresionismo alemán...
Efectivamente, Nosferatu Una Sinfonía del Horror se salvó de la quema por los pelos, como aquel que dice. Estrenada el 4 de marzo de 1922 en el salón de mármol de zoo de Berlín, sus fotogramas coloreados a mano con tintes azulados nocturnos y amarillentos para el día se proyectaron en la pantalla acompañados por la música de la orquesta dirigida por Hans Erdmann, el compositor de la música que acompañaba a las imágenes, como era habitual en los tiempos del cine mudo. Evento que finalizó con una gran baile de máscaras, por cierto, al que acudieron los grandes nombres de la época, como Ernst Lubischt, pero también miembros de sociedades ocultistas relacionados de un modo u otro con otras obras del movimiento como Henrick Galeen ( El Golem, El estudiante de Praga,... ). Porque Nosferatu siempre estuvo impregnado de esoterismo.
El film parte, como es bien sabido, de la novela Drácula de Bram Stoker, de 1897, donde en sus páginas se dice ( de modo erróneo ) que el término significa "no muerto" en rumano; en realidad sería "el que trae la enfermedad" si deriva del griego, o "el ofensivo", si se decanta por el rumano. Sea como fuere Albin Grau, artista y arquitecto alemán aficionado al ocultismo, fanático del vampirismo y amigo de Murnau, quiso llevarla al cine desde el primer momento, pero como no quería pagar derechos de autor, contrató a Galeen para escribir una versión ligeramente distinta mediante una productora llamada Prana Films ( en sánscrito, "fluído vital" o sangre ) cambiando incluso el nombre de Drácula a Conde Orlok. Grau se encargó de toda la parafernalia simbolista que impregna la película y de promocionarla como erótica, ocultista, espiritista, metafísica, y todo lo acabado en ese sufijo. Y también se dedicó a fabricar leyendas oscuras en torno al mismo, como la que se refiere al actor protagonista, Max Schrek ( "Máximo Terror" ), que se cuenta que permaneció todo el rodaje ataviado de vampiro... ¡ cual vampiro auténtico !, historia recogida en la muy notable La Sombra del Vampiro ( 2000 ). Todo lo relacionado con las posteriores lecturas acerca de la caracterización del actor ( las caricaturas de judíos de nariz afilada eran muy frecuentes en aquellos tiempos ) y el supuesto antisemitismo latente en el film se antoja, sin embargo, bastante inverosímil. Murnau, hombre culto y refinado, jamás se prestó a tales juegos.
Pero volviendo al relato, tras el estreno Florence Balcombe, la viuda de Stoker, recibió una carta de un espectador berlinés donde se la informaba de las evidentes similitudes entre la novela, sobre cuyos derechos tenía ahora autoridad, y la película. Grau había dejado claro en los créditos que era una adaptación libre de Drácula, pero aún así perdió la demanda y la indemnización arruinó a la productora. Pero no solo eso: el tribunal ordenó requisar todas las copias y la destrucción de todos los negativos. Pero mirada por donde, la habitual lentitud de la justicia, también por aquellos tiempos, en esta ocasión fue providencial: la orden no se ejecutó hasta 1925, y por entonces ya había sido estrenada en muchos países europeos, y por eso se salvó.
Pero no en España. Aquí llegó más tarde, en 1931, en una versión vienesa ligeramente distinta llamada originariamente La Duodécima Hora, fruto de un montaje nuevo con escenas añadidas a cargo de un director llamado Waldemar Rongen, que añadió metraje posteriormente censurado de modo parcial. La viuda de Stoker seguía viva, pero el reestreno se llamó igualmente Nosferatu. Causó sensación y colas, pero también críticas: el cine había evolucionado mucho en una década y la apariencia rígida del vampiro lo asemejaba a un personaje del Grand Guignol mas que a un ser temible. Pero el golpe de gracia vendría poco después ese mismo año: Drácula ( Todd Browning, 1931 ), con Bela Lugosi - otro actor literalmente devorado por el personaje -, sentó las bases definitivas y la imagen canónica del personaje.
EPÍLOGO.
Y como siempre, el truco final, el "prestigio". ¿ Que fue de F.W. Murnau ?. Pues diez años después moría en un accidente de tráfico en California, donde trabajaba para los estudios de Hollywood. Tenía apenas 42 años. Su cuerpo fue trasladado a Alemania y enterrado en el mausoleo número 22 del cementerio de Stahnsdorf, cerca de Berlín. Pero en los años 70's su tumba fue profanada dejando el ataúd abierto. Más tarde, en 2015, fue profanada de nuevo y los ladrones, tras dejar algunos restos de rituales supuestamente satánicos... ¡ se llevaron su cabeza !. Una réplica de la misma, mandada fabricar por su amiga la actriz Greta Garbo antes de ser repatriado a su tierra natal, se exhibe actualmente en el Filmmuseum de Berlín. El cráneo todavía no ha sido hallado.