La tarifa plana de Ono de 128 kbps era algo impresonante en aquella época. Era tan increíble que junto con el cambio de línea en casa tuvimos que cambiar el Pentium a 100 MHz por... ¡¡un Pentium 4 a 1.3 GHz!! Flipábamos en colores.
Ahora con una conexión de menos de 4 o 8 megas se hace insufrible navegar por algunas páginas. Cómo cambian las cosas.