Sin duda Montalbano es tu hombre.
Andrea Camilleri bautizó así a su personajer estrella en honor al también magnífico y ya fallecido Manuel Vázquez Montalbán. Y a través de él descubrimos un lúcido análisis de la realidad de nuestros días, en mi opinión, mucho más cercano a nuestra mentalidad que la que hace el sueco Henning Mankell con su también notable inspector Wallander. Mientras este último se mueve en días grises, lluviosos y toma café en cada página, Montalbano come salmonetes y toma cervezas mientras el sol le acaricia el rostro paseando por el puerto para hacer la digestión.
Claro que si a Montalbano hubiera logrado atraparle una mujer quizá se hubiera convertido en el tercer grande que me permito nombrar: Kostas Jaritos. Otro mediterráneo, griego en este caso, nacido de la pluma de Petros Márkaris e imprescindible también.