De rodillas
rezo sobre tu cuerpo
que es mi única catedral
Sacerdote de tus besos
he jurado voto de silencio
ante tus labios de cristal
Dame tus manos
de seda inmaculada
que me han de acariciar
Por que sin caricias
mi Fe devota
se ha de marchitar.
Tierra de leche y miel
tu vientre
me ha de pertenecer
Pues de su bendito fruto
nuestro Amor
ha de florecer.
Una hermosa flor
cuya sonrisa
nos regalará
Un ángel puro
testigo de nuestro amor
y felicidad.