Risarovi escribió:Perfecto, recuerdo haber participado por allí y era un gran hilo. Por mi parte quería volver a escribir de vez en cuando análisis de juegos así que me pasaré por aquí, ya que después de la mudanza Switch se ha quedado como única plataforma.
Sí, yo te recuerdo, me gustaba leerte porque escribías muy buenos análisis y muy muy trabajados.
Lo bueno de ésto es que aquí podemos estar fuera de los corsets de las webs especializadas.
Aquí va mi primer análisis:
Sonic Mania: 7,5Aún recuerdo el domingo que descubrí la Sega Megadrive, mi hermano mayor, que ya trabajaba, la compró la tarde del sábado y yo no la pude ver hasta la mañana del domingo. Era el año 91 y yo quizás no tenía ni los 13 años. Con la negra de Sega mi hermano trajo dos juegos, Mickey Mouse Castle of Ilusion y el que traía la propia consola, el Sonic the Hendergod, la nueva mascota de Sega.
Mi hermano había estado jugando toda la noche a la consola y yo no me atrevía a ponerla sin su consentimiento, esperé a que se levantara y entre muchas de las preguntas que le hice una aún recuerdo, "¿cuál te gusta más, el de Mickey o el de Sonic?", mi hermano respondió, "aunque parezca mentira, está mejor el de Mickey"
Yo la verdad es que le tomé como un palurdo, al fin y al cavo yo leía HobbyConsolas y él no, pero los meses después de jugar a Mega Drive me hizo darle la razón, Castle of Ilusion era mucho Castle of Ilusion.
Eso no quitó a que Sonic me dejara unas maravillosas experiencias, que he retomado con 39 años.
Sonic Mania es quizás el mejor Sonic hecho hasta la fecha, pero Sonic para mi nunca fue tan grande como el marketing que tenía por detrás.
El nuevo juego del erizo azul es maravilloso por momentos, decepcionante los menos. Su aportación es una subida y bajada de sensaciones similar a las rutas que recorre su protagonista. Y dichas subidas y bajadas concuerdan con las actitudes jugables de su protagonista. Cuando el escenario permite la carrera sin límite el juego muestra sus mejores virtudes, cuando las plataformas ganan en importancia frente a la velocidad, el juego se muestra torpe y poco ingenioso. Así el desarrollo del mismo comienza con la velocidad por bandera y haciendo soñar al jugador, hasta la mitad de la historia donde las plataformas muestran que el erizo, en realidad, nunca estuvo pensado para lidiar en las distancias cortas, para que en la última fase vuelva a la locura y demostrarte que ésto, ésto es lo que nos gusta a todos.
Otro de sus problemas son los, nuevamente, altibajos en su dificultad, una veces muy fácil, otras solo fácil, independientemente de la situación en la que te puedas encontrar en su línea argumental. Quizás el verdadero reto del juego sea conseguir las esmeraldas, que muy gustoso haría si no fuera porque las fases extras para conseguirlas me aburrieron sobremanera.
Tampoco puedo dejar de quejarme en los "jefes finales", algunos, y no pocos, realmente decepcionantes.
A pesar de estas 2-3 cosillas el juego es estupendo en todo lo demás, con una rica variedad de escenarios, un pixel art bellísimo, un protagonista cargado de animaciones encantadoras, un malvado con personalidad y la siempre sensación extraordinaria de ver las fases desplazarse a gran velocidad mientras Sonic las recorre con envidiable indiferencia a los peligros.