Komond escribió:Estoy preocupado, ayer me compré un libro de tapa blanda y lo forré para que no se estropeara. ¿Tengo riesgo de que me denuncien por modificarlo para mejorar sus posibilidades? ¿Y si lo subrayo? ¿Y si le corrijo las erratas?
Una vez hablando con un profesor sobre la compra de obras de arte salió el tema de que yo por ejemplo si tengo dinero, me compro un Picasso (o cualquier obra única), y me sale de las narices quemarlo o pintarle una polla en la boca, puedo hacerlo sin correr ningún riesgo. Da igual su valor artístico o histórico, después de todo, es de mi propiedad. Esta era su postura y aparentemente, la oficial, aunque a mí me parece una salvajada que sea así.
Ahora lo triste es que eso no se protege, pero te compras una "mierda-consola" que hay millones iguales, la modificas, y es un delito, porque claro tiene derechos, aunque sea de tu propiedad.
Creo que el enfoque que se le está dando a la protección intelectual está bastante distorsionado. Puedo reducir un Van Gogh a cenizas, pero no puedo ponerle una pieza nueva a un mísero y clónico aparato de ocio. Triste, muy triste.
Hoy en día para álguien que tiene mucho dinero, y si está lo suficientemente tarado, la maldad más pequeña que puede hacer es dibujar una polla en un Picasso.
Todos podemos agradecer a Picasso su obra, y todos tenemos acceso a ella gracias a la tecnología.
Si ocurre algún accidente, incendio o terremoto que destruyan alguna obra de algún pintor reconocido, seguimos conservando su obra y seguimos pudiendo disfrutarla, aunque sea en forma de réplicas exactas. Todo el que tenga afición por el arte, considerará una obra original algo valiosísimo, y creo que no se equivocan, pero lo realmente valioso, es poder disfrutar de la obra, sea de la forma que sea.
Solo intentaba aportar algo al comentario original, que me parece que está hecho de una forma intachable.
Solo que como dice la noticia, el modificar la consola no ha sido considerado delito, son las multinacionales las que pretenden que sea considerado como tal, yendo contra los derechos fundamentales de las personas.