Cada día lo tengo más claro. El mayor aliciente para que le comprador se haga con una consola de nueva generación [¿iban por la 8ª, no? (y de las viejas) es QUE SE PUEDA HACKEAR Y MODIFICAR. Las empresas lo saben y por eso juegan a dos bandas: 1. Con los usuarios para facilitar las cosas y 2. Con los desarrolladores de videojuegos para decir que tienen sistemas anticopia.
Y en realidad, todos ganan mientras que se mantenga el equilibrio natural.