Nvidia lleva ya varios trimestres protagonizando uno de los rebotes más impresionantes de toda la industria, y se lo debe casi todo a la explosión de la inteligencia artificial. El fabricante de unidades de procesamiento gráfico y hardware personalizado ha
anunciado que sus ingresos del segundo trimestre fiscal han superado en nada menos que un 88 % a los del ejercicio anterior, con una caja de aproximadamente 16.000 millones de dólares que supera (por mucho) las estimaciones de los analistas, que esperaban algo menos de 13.000 millones.
Una vez descontados gastos e impuestos, el beneficio de Nvidia fue de 6.190 millones de dólares, cuando el trimestre anterior ganó unos 2.000 millones de dólares en limpio.
Las cifras son espectaculares, pero generan auténticos mareos viendo la progresión interanual. Si nos fijamos en el mismo trimestre del año pasado, Nvidia tuvo unos ingresos brutos de 6.700 millones de dólares y un beneficio de 656 millones de dólares. Año a año, estamos hablando de un alza del 101 % en los ingresos y del 843 % en los beneficios de la empresa.
La proliferación de la inteligencia artificial y la necesidad de dotar a los centros de datos con hardware adecuado ha supuesto una auténtica bonanza para Nvidia, que espera un aumento de las ventas del 170 % a lo largo del presente trimestre. Por segmentos, la división Data Center ha dado el mayor salto de todos, pasando de generar unos ingresos de 4.284 millones de dólares a nada menos que 10.323 millones. Como referencia, el departamento Gaming registra un alza del 11 % trimestral y mete algo menos de 2.500 millones de dólares en Nvidia.
Con estos resultados, se puede decir que Nvidia ha pasado de ser un
fabricante de tarjetas gráficas para juegos y usuarios profesionales a un
proveedor de tecnologías para grandes empresas. Una estrategia que le va a seguir reportando enormes beneficios de forma casi indefinida, puesto que no parece que la industria vaya a enfriarse a corto o medio plazo.
Fuente: Nvidia