Nvidia se ha presentado a la Graphics Technology Conference 2018 sin ninguna novedad para el usuario final, que sigue conformándose con Pascal y la serie GeForce 10. Pero los de Santa Clara sí ha mostrado algo de amor a los desarrolladores al presentar el DGX-2, un sistema diseñado específicamente para el aprendizaje profundo y el análisis por inteligencia artificial y la Quadro GV100, una tarjeta destinada al uso profesional con arquitectura Volta que equipa 32 GB HBM2.
DGX-2 es una estación de trabajo basada en la DGX-1 pero con las suficientes novedades como para multiplicar por 10 sus prestaciones y ser la primera en llegar a los 2 petaflops de rendimiento computacional. En su interior tenemos dieciséis tarjetas Tesla V100 con 32GB HBM2 que se comunican entre ellas a una velocidad de 2,4 TB/s gracias al nuevo NVSwitch y ofrecen un ancho de banda total de 14,4 TB/s. Completan el hardware hasta 1,5 TB de DDR4, 30 TB NVMe y dos procesadores Intel Xeon Platinum 8180.
Los interesados en adquirir un DGX-2 deberán abonar 400.000 dólares. Un precio que incluye, además de un hardware puntero, las ventajas de tener todo ese rendimiento metido una caja de 159 kilogramos que consume 10.000 vatios y que ocupa mucho menos espacio que un servidor con las mismas prestaciones.
En el mismo evento Nvidia también ha presentado la última tarjeta gráfica Quadro, una solución para profesionales y estaciones de trabajo. La nueva Quadro GV100 utiliza la tarjeta gráfica
Tesla V100, ofrece 14,8 TFLOPs de rendimiento gracias a una frecuencia de reloj de 1450 MHz y está acompañada por 32 GB HBM2. Al ser la primera Quadro con arquitectura Volta significa que es la única que puede ofrecer soporte por hardware a la
tecnología de trazado de rayos presentada la semana pasada.
La Quadro GV100 ya se puede adquirir en la web de Nvidia por 9.000 dólares. Fabricantes como Dell, HP, Lenovo y Fujitsu entre otros ya han mostrado su interés en utilizar el nuevo juguete de Nvidia en sus estaciones de trabajo.