El presidente Barack Obama ha dado
un discurso en el Departamento de Justicia de los Estados Unidos prometiendo limitar las actividades de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) a la luz de las
filtraciones realizadas por Edward Snowden. El presidente americano reconoce la necesidad de proteger la privacidad de los ciudadanos, pero asegura que no es posible "desarmar unilateralmente" los servicios de inteligencia, mencionando una creciente amenaza terrorista y tecnológica.
Uno de los grandes cambios que ha prometido el presidente es reformar el programa de
recopilación masiva de metadatos denominado Sección 215: "Creo que necesitamos un planteamiento diferente. Ordenaré por lo tanto una transición que terminará con el programa de metadatos Sección 215 en su forma actual, y establecerá un mecanismo que preserve las capacidades que necesitamos sin que el gobierno tenga acceso a dichos metadatos".
Obama también se ha referido al
"pinchazo" de los teléfonos de varios líderes internacionales: "Salvo que haya un propósito de seguridad nacional convincente no monitorizaremos las comunicaciones de jefes de estado y gobierno de nuestros amigos y aliados". Sin embargo, el presidente recalca que esto no significa que la agencia deje de recopilar inteligencia en otros países: "No nos vamos a disculpar simplemente porque nuestros servicios de inteligencia sean más efectivos".
Otras reformas propuestas incluyen la necesidad de una orden judicial para consultar los datos recopilados por la NSA y la reducción de tres a "dos pasos" en los grados de conexión con un objetivo para considerar sospechoso a un ciudadano. Todas las propuestas de Obama pasarán ahora al Congreso de los Estados Unidos que decidirá su aprobación e investigarán medidas posteriores.
Respecto a las filtraciones de Snowden, Obama ha asegurado que "la manera sensacionalista en la que estas revelaciones se han divulgado arrojan más ardor que luz, exponiendo métodos a nuestros adversarios que podrían impactar nuestras operaciones de formas que aún no comprendemos". Declaraciones que coinciden con la última revelación de los documentos, asegurando esta vez que la NSA
recopila a diario 200 millones de mensajes de texto en móviles de todo el mundo.