El futuro de la realidad virtual para por la incorporación de tecnologías de seguimiento ocular. Sin existir una estrategia coordinada en la industria para llevar los visores actuales en esa dirección, el interés de compañías como
Google en la capacidad para interactuar con entornos generados por ordenador sin necesidad de utilizar mandos ni mover la cabeza así parece certificarlo. Oculus es la última empresa en sumarse a esta tendencia con la compra de
The Eye Tribe.
Esta
start-up con sede en Dinamarca lleva años trabajando en soluciones para facilitar el seguimiento de los ojos del usuario usando dispositivos como teléfonos móviles, tabletas y ordenadores personales, un poco de forma similar a la sueca
Tobii. En su caso, The Eye Tribe no solo ha desarrollado el hardware y el software necesarios para detectar los movimientos de los ojos e interactuar con una interfaz, sino también una tecnología de renderizado que permite generar gráficos de alta calidad solamente donde está mirando el usuario.
Nvidia demostró a mediados de este año el potencial del renderizado selectivo aplicado a la realidad virtual. La tecnología de renderizado selectivo es de especial importancia para Oculus, puesto que permitiría aprovechar al máximo la batería y la potencia de procesamiento de futuros
visores de realidad virtual inalámbricos como el prototipo "Santa Cruz" de Oculus.
Por ahora se desconoce el valor de la operación. Oculus tampoco ha señalado qué uso piensa dar a las tecnologías de The Eye Tribe, pero resulta obvio que la filial de Facebook podría mejorar sus próximos visores de realidad virtual con funciones tan interesantes como la capacidad para desplazar la cámara de un juego simplemente mirando por el rabillo del ojo y navegar por Internet o a través de largos documentos de texto con la vista, por no mencionar las obvias mejoras a nivel de procesamiento y autonomía.
The Eye Tribe comenzó desarrollando sistemas de seguimiento ocular para móviles, tabletas y ordenadores. Fuente: TechCrunch