Oculus se ha presentado en el CES de Las Vegas con un nuevo prototipo de su casco de realidad virtual Rift, que incorpora un sistema de registro de movimiento y una pantalla OLED que reduce la latencia y elimina el desenfoque por movimiento (motion blur), para ofrecer una experiencia más cómoda a los jugadores.
La otra novedad que incorpora este prototipo bautizado como “Crystal Cove” es la integración de un sistema de seguimiento de posición, que se sirve de una cámara externa para monitorizar los nuevos sensores infrarrojos incrustados en Oculus Rift. Esta novedad permitirá al dispositivo detectar cuando el usuario se mueve además de añadir tres grados de rango de movimiento. Según Palmer Luckey, fundador de Oculus, la cámara y los puntos IR no aumentarán significativamente el precio final de la unidad.
“El coste siempre ha sido uno de los puntos centrales de la plataforma Oculus, si el hardware no es accesible, mejor que no exista. Nos aseguramos de que es una solución de bajo costo sin sacrificar la calidad”, dice Nate Mitchell, vicepresidente de producto de Oculus. “Se trata de un sistema de seguimiento de posición de primera categoría”.
Por el momento Oculus no declara si en 2014 veremos o no una versión final y comercial de Rift, pero el vicepresidente Mitchell afirma que este año "va a ser un gran, gran año para realidad virtual".