Pos eso:
Odio las cenas de empresa, supongo que habrá gente a la que le guste eso de juntarse con los compañeros (incluso con los que no puedes ni ver) y confraternizar en una ingesta de sólidos pero sobre todo de líquidos con las maravillosas consecuencias de estas (chascarrillos, tu jefe colgado de tu oreja con un pestazo a gintonic que tira patrás, los graciosos de turno que se creen el alma de la fiesta y no paran de cantar, gritar, dar golpes en la mesa, tirar comida etc).
Puede que sea un poco antisocial, o que tenga una vida privada que me apetece más que este mero formalismo utilizado para pillar un ciego y decir cosas que sobrio muchos no dirían.
Como siempre digo, es sólo una opinión.
Salu2