Pues para hacerlo bien, lo mejor es que el individuo siga en la parra ajeno a la movida.
Que la gerencia se ponga en contacto con una asesoría jurídica (si no tiene departamento legal propio) y exponga el problema.
A partir de ahí, proceder como corresponda; porque puede ser que, como apunta Julepe, la cosa se tuerza y el sujeto aún saque tajada del tema.
Lo principal, es que no se cosque. Si efectivamente usa una cuenta de correo de la empresa, puede pasarse los datos a la suya personal, borrar los correos, y adiós muy buenas.