Sabemos que a 3DS las cosas no le marchan según lo previsto, las ventas son aceptables tan sólo y el panorama empieza a pintar feo, aún a la espera de que sus grandes títulos nutran las estanterías durante los próximos meses.
Ahora bien ¿qué pasará a largo plazo si ni siquiera dichos juegos responder como debiesen? Porque de nada sirven renombradas franquicias si no existe una sólida base de usuarios que las soporten.
Sumémosle a ésto la desconfianza del resto de desarrolladoras, que ni siquiera están esperando a comprobar cómo evoluciona el sistema. Las escuetas cifras iniciales han derivado en la masiva cancelación de proyectos. En Kotaku los han enumerado y no damos crédito.
Recuerden My Garden, aquel juego de Electronic Arts que llegaría con el lanzamiento de la máquina, pero que finalmente se quedó en el camino. Saints Row: Drive-By también ha desaparecido de escena, si bien THQ nunca reconoció su desarrollo explícitamente.
Hudson, por su peculiar situación corporativa, terminó cancelando hasta cuatro juego: Omega Five, Kororinpa: Marble Mania, Bonk y Bomberman. Activision tampoco lanzará su DJ Hero 3, pues ya sabemos la coyuntura en que se encuentra el género musical.
Más retiradas: BloodRayne: The Shroud, Assassin’s Creed: Lost Legacy, Mega Man Legends 3 (de éste nos enterábamos hace unas horas) y Crush 3D.
Habrá quien diga que todo ésto es fruto de la casualidad, que son cancelaciones circunstanciales, pero la imagen que tal situación transmitirá al resto de estudios no es muy positiva que digamos. En Nintendo deben encontrarse rezando porque no se produzca una reacción en cadena. Y es que 3DS era la portátil que debía reconciliar a los de Kyoto con las third-parties, plan que estaría a punto de irse al traste.
Tiempo al tiempo.