MOMENTO ONIRICO
(pesadilla del futuro)
Me siento en una silla de plastico marrón. Es muy incomoda. En la pared de enfrente hay un gran espejo. Me veo viejo, arrugado. Mi pelo es blanco y voy bien afeitado.
Entra un hombre como de unos 45 años. Esta gordo y luce un gran mostacho bajo una ancha nariz. Tiene un aspecto desgradable. Se sienta frente a mi, al otro lado de una mesa de conglomerado chapado. Deja una grabadora encima de la mesa y me dice:
- Bien, ya podemos comenzar. Digame señor, ¿Cual es su nombre?
Así discurre la entrevista durante muchos minutos. Pierdo el hilo en varios momentos. Me pierdo en mis pensamientos. escuho vagamente que me pregunta de que me arrepiento de mi vida...
- Es dificil definir que es el arrpentimiento. Yo creo que es absurdo arrepentirse de algo que no puedes cambiar. De una decisión que tomaste en su momento. O puede que simplemente nunca estuvo en tu mano y siempre fue una guerra perdida.
- Pero si hay algo que tendré siempre clavado en el corazón es el no haber estado más cerca de mi hijo. Aún recuerdo el dia que me fui. El vino a despedirme a la puerta. Aún no habia cumplido los tres años, pero era un niño muy despierto. Sabía todo lo que ocurría a su alrededor. me agache y le abracé. Las lagrimas caían por mis mejillas. Me preguntó porque lloraba. No supe que decirle. A veces simplemente no sé que decir. es algo que me ha acompañado toda mi vida. Siento algo por dentro, pero no puedo decirselo a los demás con palabras. pero creo que a veces no son necesarias las palabras. Con un gesto, con un abrazo, con un beso, con un golpe... A veces queda todo dicho y no es necesario añadir más. Pero disculpeme, estoy divagando.
La entrevista sigue, hasta que llega un punto que me canso y no quiero continuar. Cortesmente atajo al individuo:
- Muchas gracias por todo, caballero. Ha sido un placer.
Me levanto y me voy de allí. El no dice nada.
A veces no son necesarias las palabras.