La peli está bien. Seguramente sea de las de segunda línea de Pixar porque no llega al nivel de Up o Inside Out. Pero está entretenida sobre todo porque no deja de ser una road movie con esos toques de juegos de rol, magias y demás. Y que si encima tienes la desgracia de haber vivido algo similar que el prota en cuanto a la figura paterna, pues te llega mucho más. Con ese tipo de cosas Pixar sabe jugar.
Lo más curioso es que el viernes, día de estreno, en sesión de 21, la sala estaba prácticamente vacía. Eso no lo había visto desde... no sé la verdad, no recuerdo un caso igual.