Para mí el mayor error ha sido elegir una estética de dibujos animados. Operation Wolf siempre fue un juego adulto, belicista, violento y me habría gustado algo más serio en esta versión. De todos modos, por lo demás lo veo bien. Se juega bien, sin complicaciones, sin problemas, con un planteamiento 100% arcade y es divertido. Para los pocos shooters on-rails que tenemos en VR no hay que ponerse muy exquisitos.