A la segunda llamada de cualquier compañía suelto siempre el mismo discurso, que va más o menos así.
"Disculpe, ¿cuál era su nombre? Encantado, XXX, yo soy otrebor. Antes de nada, le informo de que estoy grabando esta llamada. El otro día ya informé a un compañero suyo de que no quería seguir recibiendo comunicaciones por parte de su compañía. Ahora lo estoy reclamando de forma formal, a las XX horas del día XX. Como usted sabe, XXX, según la Ley Orgánica de Protección de Datos, si solicito que borren mis datos del sistema deben hacerlo. La siguiente comunicación que reciba supondrá una multa mínima de 60.000 euros para su compañía. Por supuesto, en su caso pondré esta grabación a disposición de la compañía para que verifiquen que, efectivamente, le pedí a usted, XXX, el borrado de mis datos".
A veces no me sale exactamente igual y una vez una chica me gritó "¡Pues denúncieme, señor!" y le tuve que explicar que en absoluto iba de eso el asunto.
La verdad es que no estoy seguro de si la normativa es esa, pero lo que sí puedo garantizar es que el 100% de las veces me ha funcionado.