Os presento mi novela: Terranigma, un mundo post-apocalíptico. Capítulo 1

Llevo un tiempo compartiendo los dos primeros capítulos de mi novela por facebook, y a quien le gusta, le voy pasando más; y de momento puedo decir que está teniendo bastante éxito.

Todo empezó hace años, cuando se me ocurrió realizar y llevar a cabo la novela de mi videojuego favorito, de cuyo protagonista puedes ver en mi avatar, Terranigma, que es de Snes. Pero en seguida vi que hacer la novela del juego, redactar lo que en él ocurre, se convertiría en un simple pretexto para llevar a cabo algo que me encanta hacer: escribir.

De modo que casi en mis 330 páginas que llevo puedo decir que Terranigma solamente ocupa el punto de partida e hilo conductor: añadí un sinfin de tramas secundarias, poderes, lugares, personajes y vínculos entre ellos y por encima de todo la verosimilitud en coherencia y acciones para que en una historia ficticia, dentro de este mundo de fantasía lo que ocurriera fuera creíble; todo ello sin quitar la esencia del argumento e historia del juego.

Decir que los personajes algunos están cambiados, pero son provisionales.

¿Qué vas a encontrarte si te introduces en este maravilloso mundo?
-Si eres conocedor de Terranigma, su historia fielmente plasmada de principio fin redactada de manera que tenga sentido y estando eficientemente conectada más un añadido de personajes, poderes, y muchas tramas secundarias.
-Si no eres conocedor de Terranigma, pues poco importa: Te encontrarás con una novela de fantasía en un mundo real como el nuestro ambientado en un futuro post apocalíptico.

¿De qué va?
La superficie del planeta es arrasada debido a la batalla final de Dryvale entre el bien y el mal, después de que el planeta llegara a su límite en recursos. Aparentemente ya no queda señal de vida humana en la superficie, pero siglos más tarde en el centro de la Tierra, en un lugar escondido y apartado donde se puede vivir, existe una comunidad que de alguna manera sobrevivió a la batalla de Dryvale. Nadie sabe el pasado excepto el anciano del pueblo y la comunidad vivirá en armonía y calma hasta que un día, un joven risueño y despreocupado, descubrirá la terrible verdad o la verdad que le han querido imponer, que se esconde detrás de todo. Deberá ir a la superficie y descubrirlo por sí mismo.



Novela

Os expongo aquí el primer capítulo de la novela. Si alguien le apetece y le viene a bien el leerla... ¡Que comente! Toda crítica es bien recibida.


Parte I


Resurrección del Mal

La batalla entre el bien y el mal desoló y destruyó el mundo entero, dejando toda la superficie del planeta arrasada, reduciéndola a una estepa yerma, inmensa y sin vida. Al terminar, Dios y Diablo permanecieron en silencio. Tiempo más tarde, sin embargo, en un lugar perdido en el interior de la Tierra se encuentra un pueblo llamado Krysta. La pequeña comunidad convive en paz y en armonía en un lugar idílico sin saber absolutamente nada de lo que hay fuera.

Capítulo 1

La Caja de Pandora



-Falquias....-

-Falquias...-

-El mundo de los hombres te espera...-


…........................

Falquias abrió los ojos.

-¿Estás bien? Parece que tenías una pesadilla...- Preguntó preocupada Naomi.


-... He estado soñando cosas extrañas. Una noche, y otra noche, siempre el mismo sueño.- Respondió Falquias. Desentumeció los huesos encogiéndose en la cama y suspiró. Adelantó la sábana y se adentró un poco más al interior de la cama, dejando ver solamente de los ojos hacia arriba.

-Falquias, no imaginaba que fueras a decir cosas así. Deberías salir fuera. El aire es de un azul cristalino y es precioso. Te ayudará a apartar las pesadillas- Nada más acabar, le cogió de la mano y le sonrió.

-Pero mis sueños... -

-No te preocupes por esas pesadillas, se te pasarán- Las últimas palabras las pronunció con cierto énfasis que tranquilizó a Falquias de una manera que ni él se lo hubiera imaginado. Naomi le producía calma, el sosiego que le sobraba su desparpajo, la disciplina disfrazada de sumisión que emanaba de su creciente rebeldía. Era sus ojos y la comisura de sus labios una fuente de agua dulce cada vez que sonreía. ¡Benditos los cielos! Su mente y corazón se debatía en si seguir las fechorías del libre albedrío junto con sus poco recomendables amigos o la paz que le proporcionaba esa chica. Y quizá algo más.

Naomi se desincorporó de la cama en la que estaba acostado Falquias y se fue. Cruzó el umbral de la puerta de la habitación mientras Falquias, agazapado entre las sábanas, la miraba curioso. Después de irse ella, perdió la mirada hacia la pared y susurró pensando en voz baja:

-Salir fuera...-

Al cabo de unos minutos, salió de la cama y se apresuró a salir fuera, no deprisa, pero con paso ligero. Estaba desnudo de cintura para arriba, por lo que se vistió de la ropa limpia que Naomi le había dejado previamente en la silla. Se embelesó los cabellos y cruzó él también el umbral de la puerta de aquella habitación. Ella tenía razón. Contemplar las burbujas cristalinas del cielo de Krysta sería un buen remedio para sus pesadillas.

Krysta era el único lugar con vida que sus habitantes conocían. No tenía salida, no la había, tampoco había que buscarla: sus habitantes vivían en el poblado sin preocuparse de lo que podría haber fuera. Simplemente pensaban en que no había nada más que Krysta. Toda ella estaba rodeada de árboles y no podían hallar en el horizonte nada más que árboles y estaba prohibido adentrarse. ¿Para qué había que preocuparse en algo más? Era una comunidad pequeña, todos se conocían y así llevaban viviendo tanto como les alcanzara la memoria.

Salvo las viviendas, habían unas pocas tiendas de abastecimiento, un molino, almacenes y un pozo. El mismo cielo de Krysta alimentaba de agua constantemente al pueblo y en el centro había un pequeño estanque donde el molino la recogía y la depuraba. El agua ya era dulce como para potabilizarla. En definitiva, Krysta era independiente y en ella tenía todo cuanto una comunidad necesita para vivir. Todos eran felices y vivían despreocupados, ignorantes de si había algo más.

Concretamente dos decenas de grandes casas había en Krysta, y entre ellas la más grande, delante del estanque donde vivía Falquias, una pareja mayor y el viejo Gramps, el viejo del pueblo. Falquias era un joven rebelde, apuesto y muy despreocupado, vivía siempre dependiendo de Naomi, que era una joven bella que pese a la despreocupación de Falquias le atendía siempre con cariño. Tenía ella unos pocos años más que él. No tenía padres, tampoco hacía falta, pues entre todos se cuidaban y todos recibían los consejos del más anciano de todos, el viejo Gramps, quien parecía guardar muchos secretos, o solo por apariencia para mantener a los niños en vilo siempre que escuchaban sus historias de un supuesto mundo antiguo ya extinto. ¿Donde vivían? En un paraíso alejado, en un pequeño rincón de ese mundo extinguido y destruido.

Unos pasos alertaron a Falquias de que alguien se acercaba, pero ni se inmutó. Estaba sentado delante del estanque inmerso en sus pensamientos, contemplando las burbujas que flotaban en el aire. La voz llegó a sus oídos, que aunque hiciera el esfuerzo de no oir, era inevitable.

-Falquias, el viejo Gramps quiere verte.-

-¿Y eso?- Respondió Falquias, sin apartar la vista del agua.

-Sobre el telar que te cargaste.- Falquias se giró y vio a Tommy, el ayudante del molinero.

-Ya....- Balbuceó y suspiró acabando por echar la cabeza a la hierba -Está bien... ahora voy-

Se levantó, le dio las gracias a Tommy y volvió a la casa, imaginando la bronca que Gramps le echaría. El día anterior jugando con las gallinas cayó en el telar de una de las viviendas y rompió gran parte de las cuerdas. Fue sin querer. No lo hizo a propósito, aunque como normalmente su comportamiento no era bueno, por una vez que fuera inocente de verdad, el castigo caería sobre él como rayo milimétrico sobre su cabeza. ¡Estaba tan seguro...! Mientras caminaba se preguntaba una y otra vez qué le iba a decir Gramps esta vez.

Falquias era un joven con el pelo anaranjado, con mechones algo amarillos, con los pelos sueltos y despeinados. Una cinta roja le rodeaba la frente y le ensalzaba el cabello dorado. Tenía el traje que se solía poner siempre: una túnica roja con un cinto, hombreras doradas como su cabello y capas azules por los hombros y en el cinto que rodeaba su cintura y bajaba hasta los pies. Sus zapatillas eran azules y de una sola pieza, de artesanía.

Al llegar, abrió la puerta, cruzó varias habitaciones y finalmente llegó a la sala del viejo.

-Falquias... ven aquí.- Quien viera por primera vez al viejo Gramps lo primero que advertiría de él son sus largas y suspendidas cejas grises y bien cuidadas. Calvo como una noche sin estrellas, barba blanca y larga, igual de bien cuidada que las cejas. Ceño siempre fruncido, facciones severas y pronunciadas debido la vejez, nariz prominente y recta, mejillas y pómulos endurecidos y los ojos hundidos aunque estrictos apenas se veían y estaban más almendrados que circulares.

Falquias se acercó y se sentó arrodillado en un cojín frente al viejo. Su mirada era severa, nadie podría adivinar qué le diría. Hasta que finalmente se resolvió la duda.

-Fue ayer. Estropeaste todos los tejidos en el telar. ¿Por qué siempre te portas mal?-

-Lo siento... No fue a propósito. Sólo jugaba con las gallinas y ellas se metieron allí. ¡De verdad fue sin querer!- Insistía vigorosamente en su inocencia dejando sin hablar al viejo porque sabía qué le diría.

Hasta que calló porque no sabía qué más decir. Era sincero. Sus mejillas se sonrojaron un poco fruto de la rabia y la impotencia que alguien debe sentir cuando dice la verdad y nadie le cree. Pero Gramps lo notó.

-Si piensas así... ve a disculparte inmediatamente. ¿Está claro?-

Falquias calló. Era mejor no decir nada para mostrar respeto, además sabía que aunque fue sin querer había liado una y buena. Se había construido por instinto unas cuantas frases de excusa, en plan ¡Fue un accidente! Pero no hizo falta. No dijo nada, no reprochó, no se quejó y se levantó y dándose media vuelta salió de la habitación tal y como había entrado. Gramps le había creído o... simplemente pensaba que eran más excusas y estaría cansado de ellas.

Mientras cruzaba la ante sala de la habitación del viejo y la sala que dirigía al hall le pareció escuchar unas voces de alguien, procedente de algún sitio de la casa. Unas apagadas voces que no provenían de ningún sitio concreto. Unas voces que parecían pedir ayuda. ¿Era eso ayuda quizás? ¿Alguien pedía socorro? Sin embargo cruzó al hall y salió fuera. Sí, pudieran ser voces pero de ser cierto era muy atípico y surrealista, además la voz había sonado débil y entre que llevaba días con las mismas pesadillas no dio importancia, o al menos se dijo a sí mismo que no bastaría hasta que por lo menos no hubiera una segunda vez... quizá eso acentuaría el realismo, además, tenía que disculparse. Aunque en seguida se arrepintió por no haberle prestado atención.

Porque justo en la antesala del viejo había una puerta azul, la famosa puerta azul que Gramps tenía prohibido entrar... y ni siquiera acercarse para curiosear. La famosa puerta azul que nadie sabe a donde lleva... a un armario, seguramente. Porque detrás no parecía que el edificio guardara hueco para algo grande. Un trastero. No tenía cerradura ni pomo ni manera de abrir, pero era no obstante una puerta en toda regla. Cerrada a cal y canto, era ese quizá el único gran misterio que el pueblo tenía, y que cuyo misterio residía en manos de quien sino, del viejo. Pero como no hacía ningún mal a nadie ni molestaba a nadie, pues nadie le prestaba atención. Eso sí, pese a eso, no faltaban las conjeturas acerca de lo que había detrás. ¿Un vicio del viejo, un objeto peligroso? La curiosidad no rompe el saco, pero no lleva consigo parches de reparación. En definitiva, nada importante, posiblemente enseres personales de un hombre ya senil; era justo respetar la intimidad de los mayores.

Había oído voces que parecían pedir ayuda. ¿Ahora y antes no? Quisiera o no, algo le había llamado poderosamente su atención. Aunque quizá fuera una sensación extrasensorial producto de las pesadillas. Estaba claro que debía descansar aun más.

Allí, en el telar, encontró a Naomi y a la dueña, una mujer mayor. Caras largas, el té servido una excusa de espera de sobremesa, la escena, como un guion preparado: Como si ambas esperasen algo. ¿Que Falquias se disculpara? Claro...

-¿Qué pasa, Falquias?- Preguntó la mujer. -¿Has venido para dar la vara otra vez?-

-Ehm... Creo que me pasé un poco la otra vez. Lo siento.-

Sabía él mismo que no fue a propósito, pero se hizo responsable de lo ocurrido. Si algo sabía hacer bien Falquias, era disculparse. No, mentira, no tenía ni idea, pero quería salir rápido para volver a la puerta azul. Aunque de todos modos era rebelde, también en el fondo era un buen chico. ¿Como todos, no? Le iba a dar rabia disculparse pero bien pensado, no tocaba otra.

-¡Qué sorpresa! ¡Te has disculpado! Está bien. Pero que no vuelva a ocurrir. ¿Eh?-

Falquias sonrió, ingenuo. ¡Al fin! Se despidió de la mujer y después de Naomi, con quien cruzó algunas palabras. Salió de la casa y volvió a la suya, donde esperaba decirle al viejo Gramps su buena obra, una excusa. Y así fue, pero Gramps no parecía mucho por la labor, se alegró y... ya está. Lo encontró sentado en el cojín, reflexionando. Falquias salió y se acercó a la puerta azul, que estaba allí mismo, en medio de esa estancia, y se plantó delante de ella. No oyó nada esta vez.

-Falquias- Un chico estaba en el umbral de la puerta que daba al gran salón, su nombre era Aeridas. Tenía el pelo corto y castaño, alisado por encima de una cinta roja que le rodeaba la cabeza, pasando por la nuca y la frente. Tenía ojos grandes, de grandes pupilas, nariz chata, pómulos rosados y una pequeña cicatriz en uno de ellos. Vestía una ceñida camiseta azul oscuro de manga corta y un chaleco azul cielo que dejaba unos delgados brazos al descubierto. Un cinturón naranja bien sujeto y unos pantalones negros con bordados blancos en los costados y algún que otro agujero. Calzaba botas de cuero.

-Hola-

-He venido a buscarte. ¿Vienes a practicar lo que nos enseñó el viejo el otro día?-

-Vale-

No era otra cosa que intentar darse uno con el otro con un bastón alargado y delgado. Si uno tocaba a otro ganaba y lo mismo usabas el bastón para atacar, también lo usabas para defender. Practicaban, sin ser plenamente conscientes, el noble arte de la espada. Pero para ellos era un simple juego. Disfrutaron atizándose uno a otro durante unas horas hasta que agotaron las fuerzas. Aeridas vivía en la casa de más al este, junto con otras personas. Era el mejor amigo de Falquias desde que tenía uso de razón y le encantaba salir con él por el campo para hacer cualquier cosa: Silbar, correr y brincar, bañarse en el estanque, jugar con las gallinas, pelear con espadas de madera o bastones, jugar al escondite, y todo cuanto les hacía pasar las horas.

Y claro, de vez en cuando no faltaban las bromas o niñerías con algún que otro conciudadano, con su consiguiente correccional por parte de algún adulto o del viejo mismo. La fechoría más grande era recordada por el pueblo como un episodio para olvidar mientras que para ellos era la obra maestra: Llenar de gallinas la tienda de Pruslas cuando todo el pueblo dormía era cuanto menos ortodoxo y nada ético, y el mosqueo de éste al escuchar el ruido incluso desde fuera, abrir la tienda y ver el panorama fue colosal. Pero para los chicos era divertido, pues así era como se divertían. Incluso buscaban diversión en el momento de no solo sacar las gallinas de la tienda sino en llevar a cabo la tarea encomendada a modo de castigo.

Pero en cuanto a diversión sana en sí misma, nada ganaba al inestimable molino, en donde los chicos se colgaban de las aspas y se dejaban caer al canal del agua, para ir directos al estanque. El pueblo solía consentir hasta que se pasaban de la raya.

Una mañana estaba Falquias solo, tumbado en el césped, y después de quedarse mirando el bosque, decidió ir hacia él. A veces con Aeridas había intentado entrar, pero ya fuera porque siempre terminaban entrando otra vez al bosque o por algún veneno que les hacía dormir, siempre acababan de vuelta. A veces habían visto cosas extrañas, pero eran siluetas vagas tan imperceptibles que no lo contaban de las dudas que albergaban. Esa vez Falquias entró solo queriendo encontrar lo de siempre: algo más allá. Sorteó algunas ramas siempre con mucho cuidado donde poner los pies, pero al cabo de varios minutos pisó lo inevitable, varias setas que desprendieron un gas que le hizo empezar a marearse.

-El mundo... el mundo exterior...- Tenía una motivación que nadie en el pueblo tenía, y era los sueños que a menudo tenía y se repetía. Dio varios pasos tratando de no caer desplomado, con fuerza titánica, hasta que se paró, ya vencido, pero justo antes de caerse vio la sombra de algo gigantesco que se erigía más adelante. No vio más: cayó y perdió el conocimiento.

¡Splash!

-Por fin despiertas. No pensé que el agua fuera suficiente para despertarte esta vez- Dijo Gramps.

Estaba Falquias tumbado en una alfombra en la casa grande, Gramps sentado en un cojín al lado, Naomi en el cabezal con el cubo vacío, Aeridas de pie a su lado y Tommy al otro lado, también de pie.

-¡Gramps! ¡Soy lo suficientemente mayor como para hacer lo que quiera. ¿Porqué me habéis traído de vuelta!?-

-Falquias... No deberías hablarle así...-

Pero Gramps le dio un bastonazo en su cabeza -Eres un egoísta, Falquias. ¿Por qué no puedes simplemente vivir pacíficamente en el pueblo con el resto? Algunas setas venenosas han crecido alrededor del bosque, y su gas te hace dormir, pero podrían matarte. ¡Algún día no te despertarás!- Movió la cabeza y se dirigió a Aeridas - ¡Y a ti también te lo digo!-

-¡Pero hoy casi llego al límite!- Gritó Falquias.

-Falquias... te has caído desmayado apenas habías dado dos o tres pasos en el bosque...- Tommy dijo tímidamente.

-¡Pero si no estuviste allí como ibas a saberlo!-

-Sí que estuve, para recogerte-

-¿Y no viste esa enorme cosa gigantesca que parecía una torre?-

-Sería una alucinación, Falquias. Tranquilízate-

-¡Demostraré que estáis equivocados!- Falquias ya bastante alterado, se levantó y se fue. Al cabo de un rato Naomi lo llamó en una calle y el joven se dio la vuelta.

-¿Por qué te comportas así? Estás siendo muy molesto-

-¿Molesto? ¿Cómo? ¿Tirando calabazas? ¿Persiguiendo gallinas?- Se dio la vuelta y se fue, dominado por su orgullo y dejando entristecida a Naomi, pero ella siguió hablando, llevándose las manos a la cara y Falquias se paró y se giró de nuevo.

-Falquias, Krysta es un lugar pacífico, ¿Por qué causas problemas? ¿Por qué eres tan obstinado...?-

-Aix...- Se volvió hacia ella.

-Creo que te comportas así por el cristal del cielo. Gramps dice que las burbujas provienen del mundo del exterior. ¿Te ha contado esa historia, Falquias?-

-Sí... y la verdad, no sé si creérmelo-

-Hace mucho tiempo, los humanos destruyeron su tierra a causa de la guerra. Las burbujas del azul cristal que flota en nuestro mundo son las lágrimas del mundo del exterior. Por todo lo que se perdió ahora el cielo está de luto- Se acercó a él y le cogió las manos- ¡El mundo exterior fue destruido hace mucho tiempo y no existe nada ahí fuera! Y ahora los vestigios del mundo exterior son las lágrimas que caen aquí en Krysta... Falquias, tu comportamiento es de esta manera porque tu mente ha sido influenciada por las burbujas del cielo-

-Naomi... No sé si todo esto es cierto-

La dueña del telar apareció por una esquina y llamó a Naomi, y le pidió ayuda acerca de algo que ella necesitaba. Naomi le dijo que sí y al volverse a Falquias le hizo prometer que no volvería más al bosque. Falquias asintió.

Esa misma tarde se hallaba tumbado con Aeridas en alguna parte del césped, contemplando las burbujas con las miradas perdidas. Rezagados tras unos árboles sueltos miraban el pálido cielo y Falquias pensaba acerca de lo que le había dicho Naomi.

-¿De donde salen las burbujas?- Aeridas se puso de lado, apoyado sobre el codo.

-Vienen del cielo... de algún lugar... algún lugar de allí arriba-

-Si, pero, ¿de donde salen?-

-Tu solo... míralas. A las burbujas cristalinas que aparecen desde allí arriba, llegan aquí y desaparecen en seguida. ¿No son bonitas?-

-Lo son- Naomi se había acercado sin que ellos se dieran cuenta, y se sentó con ellos.

-¿Tienes tiempo libre?-

-Que gracioso... Vosotros también deberíais trabajar un poco-

-¿Haciendo qué?-

-Pues... ayudando en el molino, haciendo inventario en la tienda, tejiendo...-

-Si pudiera tocar una burbuja...-

-¿Me estáis escuchando?- Suspiró – Podríais colaborar a que el pueblo vaya bien-

-Pero si ya va estupendamente ¿no?- Naomi se dio por vencida, suspiró otra vez y con ello apartó un mechón rojizo que se le había puesto delante de los ojos.

-¿De donde hemos venido...?-

-¿Que quieres decir?-

-¿Alguien recuerda como llegó aquí?-

-¿Acaso eso alguna vez ha importado? Estamos en Krysta-

-Krysta... Es genial, pero me aburro-

-No te entiendo. ¿Cómo te puedes aburrir?- Naomi parecía estar perdida, y Falquias fingió ignorar pero empezó a prestar atención.

-Estoy cansado de las burbujas. ¿No se puede salir de aquí?- Se levantó y dio unos pasos- Siempre hemos estado aquí. ¿Es que no hay nada más? ¿De donde he salido? No recuerdo nada, solo que estoy aquí, y pasa el tiempo y todos estamos igual-

-Pero...-

-¿Porqué unos parecen mayores y débiles, otros más fuertes y nosotros más pequeños y nos pasamos el día haciendo lo que queramos?-

-Parece que siempre nos contentamos de donde estamos y de lo que hacemos... si la vida es así...- Falquias se atrevió a unirse, aunque tímidamente, a la conversación.

-La vida es así, y yo creo que ya es suficientemente maravillosa para vivirla de esta manera-

Aeridas refunfuñó- El viejo siempre nos cuenta historias del pasado- Pero la voz de Falquias despejó un silencio que iba a tender a prolongarse.

-¿Del pasado de qué? ¿de Krysta? Él nos explica que este pueblo sobrevivió a una destrucción, ¿pero quien se lo cree? ¿tu te lo crees?- Se dirigió a Falquias.

-Hombre no sé... ¿por qué no íbamos a creerle?-

-Yo que sé... pero... ¿Porqué no podemos salir de aquí?-

-Ya lo sabes, porque está todo destruido... en teoría-

-Claro, ¿pero tu te lo crees?-

-Ya está bien... - Naomi entró otra vez en la conversación.- Dejadlo ya, no sacaréis nada con eso. No creo que nos corresponda a nosotros saber estas cosas-

-Me voy a descansar, me lo pide el cuerpo- Aeridas se dirigió al pueblo y desapareció entre las calles.

-Sabes Falquias... Me duele pensar que Aeridas quizá tenga razón... simplemente contemplo esa posibilidad...-

Entonces Falquias pensó de repente en contar a Naomi las voces que oyó en la casa del viejo, posiblemente tras la puerta azul, pero como no había vuelto a oírlas, disintió rápidamente. Sin embargo, decidió contarle otra cosa.

-Hace un tiempo Aeridas ya me contó toda esta historia, de las preguntas acerca de sus dudas y tal. No sé porqué hoy ha vuelto a plantear lo mismo. El caso es que me convenció y un día decidimos meternos entre el bosque- Naomi se alertó y ligeramente se sobresaltó, exclamando un monosílabo.- ¡Hace tiempo de eso! ¿Pero sabes? Habíamos avanzado un rato y volvíamos al pueblo. Hasta que seguimos un camino para no perdernos marcándolo con señales. Aquella vez no había gas ni setas. Con eso pudimos llegar a una parte del bosque que hacía calor y de repente frío, y vimos un claro del bosque en que al final no habían árboles y solo vimos una gran montaña rocosa y en lo alto una figura oscura que parecía humana... fue aterrador. Seguimos recto pero volvimos al pueblo-

-¿Pero qué...?-

-De alguna manera, no se puede salir del pueblo-

-El bosque está encantado- La voz del viejo sobresaltó esta vez a chica y chico a la vez, apareciendo por detrás, igual que apareció Naomi minutos antes. Movieron el cuerpo y girando la cabeza vieron a Gramps de pie justo ahí.

-Fuera no hay nada. No hay vida. No se puede vivir. Por eso lancé un conjuro de encantamiento al bosque para que nadie saliera- Ambos lo miraban impasibles, en silencio -Además como has podido comprobar hay setas venenosas-

El viejo se sentó justo ahí y empezaron a hacerle preguntas.

-¿De donde venimos?-

-¿Quién sabe?-

-Oh vamos... ¿no lo sabes?-

-Venimos de la cigüeña-

-¿Si?- Preguntó crédulo, a pesar de no tener ni idea de lo que era una cigüeña.

-No jaja! El ser humano nace, ese es el milagro de la vida-

-¿Nace? - Esta vez fue Naomi la que se introdujo en la conversación.

-Si, nace, de otro ser humano-

-¡Pero cómo!-

-No lo sabéis, porque no lo recordáis. De alguna manera nadie puede recordar nada del pasado-

-¿Y nacemos así?-

-No, claro, habéis... crecido-

Tras una pausa silenciosa Naomi inquirió con una nueva pregunta, que pilló al viejo empezándose a levantar.

-Entonces nacemos y vivimos.... ¿y vivimos por siempre?...-

-Si- La voz del viejo sonó en medio de un suspiro un tanto grave, hasta apagarse en el aire. Se levantó y después de sugerirles que volvieran y descansaran, se fue por donde había venido.

Al día siguiente, uno cualquiera en el inexistente e innecesario calendario de Krysta, ocurrió algo que marcaría notablemente la vida del pueblo con un antes y un después.

Jamás había pasado cosa semejante ni por asomo, aunque mejor dicho, el impacto fue muy grande pues nadie esperaría, ni siquiera Gramps, que la tierra fuera sacudida con tanta violencia, pues un pequeño terremoto hizo acto de presencia a las afueras del pueblo para ahondar el pánico entre los habitantes. La sacudida al final se detuvo, sin heridos, pero solo fue el detonante de lo que sucedió más tarde: Falquias y Aeridas estaban mirando las grietas que el terremoto había ocasionado, eran largas pero de muy poca anchura y no se podía distinguir nada cuando tratabas de mirar hacia el hueco. Otra sacudida tuvo lugar en la tierra justo en donde estaban los chicos, semejante en potencia, pero esta vez no ocasionó ninguna grieta. El ruido provenía de las grietas anteriores y del fondo empezó a surgir una luz intensa, una luz brillante que crecía y las grietas empezaban a ensancharse. La cosa parecía afearse.

Aeridas retiró del brazo a Falquias para alejarse pero éste quedó impregnado por la impactante luz del fondo, mientras la sacudida disminuyó pero sin embargo el ruido terrestre permanecía y las grietas se ensanchaban de modo que empezó a agrietarse la tierra en donde estaban los despavoridos chicos. La tierra se abrió bajo sus pies y cuando Falquias parecía que iba a caerse Aeridas acabó por lanzar a Falquias hacia un borde seguro, agarrándole bruscamente del brazo. Falquias se agarró de una mano y Aeridas cayó a su lado, agarrándose a una pierna de Falquias.

-¡No me dejes caer!-

Pero Falquias temió por si mismo y en vez de sujetar con la mano libre la mano de Aeridas se agarró del borde en donde estaba sujeto para mejorar el apoyo e intentar subir.

-¡Agárrate fuerte!-

Aeridas, que esperaba la mano de Falquias perdió el punto de apoyo y cayó hasta sujetarse del pie de Falquias, hasta que finalmente una breve sacudida lo desestabilizó y se soltó, pero Falquias retiró una mano velozmente al tiempo que levantaba una pierna y lo sujetó con su mano, de la que Aeridas ya se asió y pudo agarrarse de nuevo firmemente de las piernas de Falquias, por lo que él le soltó la mano en cuanto pudo y volvió a cogerse del borde, pues notaba que sujetarse con una sola mano era demasiado para él, siendo lo que aguantaba no solo su propio peso sino el de su amigo Aeridas.

Rezó para que apareciera alguien por el borde y empezó la remontada por su cuerpo pero no tuvo tiempo a nada: otra sacudida esta vez más terrible desestabilizó de tal modo a Aeridas que perdió absolutamente el agarre de las piernas y en último instante el de los pies y tratando de sujetarse se soltó. Falquias esta vez no intentó nada: tenía la certeza de que estaba soñando. ¡¿Cuánto tiempo llevaba en ese pueblo, feliz, con su amigo, viviendo una monotonía casi eterna casi angustiosa?! Ese terremoto no tenía sentido. Aeridas cayó al oscuro vacío, en cuyo final se percibía una luz. Falquias notó que se soltaba y oyó el grito hasta que se apagó, se negó a mirar hacia abajo con un grito mientras cerraba los ojos tratando de no creerse nada de lo que pasaba y convenciéndose de que estaba soñando, hasta que le fue tendida una mano que le subió, y se estiró sobre el césped.

Despertó a media noche, sudando, en su cama. Dio un grito y enseguida se alivió por el hecho de estar soñando, aunque estaba muy angustiado. Naomi oyó el grito y entró raudo a la habitación, se acercó y le tocó la frente a Falquias.

-¿Otra pesadilla?-

-Sí... pero diferente. Esta vez he soñado como Aeridas se caía por el precipicio de una grieta que había aparecido en..-

-Falquias-

-en.. allí fuera y.. si-

-Falquias...-

-¡Después del terremoto! Qué angustia he pasado...-

-Falquias... ¡Para!- Le miró y calló con un silencio inverosímil

-Se cayó, tu te has salvado y has perdido el conocimento en cuanto Pruslas te ha sacado-

Se levantó de la cama sin decir nada, lentamente, ante un silencio surrealista que asustó a Naomi, el aire se podía cortar por la tensión; salió por la puerta y caminando en mitad de la noche llegó a donde había sucedido el terremoto: la grieta seguía allí, pero cerrada. Se arrodilló justo delante y miraba la grieta con cara sombría y profundamente apenada, sin emociones ni ánimo, como si fuera una sombra inerte y fría.

-Gramps lanzó un hechizo y la cerró- Naomi había llegado.

-¿Y porqué Gramps lanza hechizos? ¿Y porqué Gramps encanta bosques? ¿Y porqué Gramps no lo ha salvado? ¿Eh? ¿Eh?-

-Falquias....- Naomi sabía que deliraba. Pretendió ayudarle pero Falquias calló. Llevó las manos al suelo y rasgó con las uñas la tierra para arrancar la hierba que salía a su paso. Se levantó y miró el oscuro cielo con los ojos abiertos, enrabietados.

-¡¡¿Dónde está Aeridas?!!- El grito se apagó como si hubiera perdido la voz.

-El pueblo está consternado... hemos pedido explicaciones a Gramps pero él dice que no sabe nada.... Un accidente de la tierra, dijo que es algo que pasaba hace mucho tiempo, y que podía pasar también aquí. Falquias... será mejor que vuelvas a la cama e intentes dormir-

Al día siguiente no hubo actividad en el pueblo, nadie se dejó ver. Nadie salió, nadie habló. Aquella misma noche corría el rumor de que Gramps había desaparecido del pueblo. Falquias salió de su habitación y se encontró con dos chicos, Tommy y Lewi, más joven, pues aprovechando la ausencia del viejo, intentaban abrir la misteriosa puerta azul. Callado y atónito, contemplaba la escena. Ecuación simple pero lógica: no importaba ya el suceso del día anterior, o sí, pero que Gramps hubiese desaparecido hacía ideal la ocasión de husmear en la puerta azul. La excusa idiota tampoco tranquilizaba a Falquias, pero le acompañaba al sentimiento de la rabia y al de la curiosidad: ¿Y si Aeridas estaba detrás de esa puerta? Puestos a creer en sucesos extraños que rompen la rutina...

-¡No se puede! No se abre ni empujando todos juntos. Parece que no está cerrada con llave pero... ¡Eh Falquias, eres el hombre que buscábamos!- No es que los otros fueran mucho más menores que Falquias, de hecho se parecían en la edad; pero requerían de alguien responsable y Falquias... no lo era. Dio igual: Estaba allí y de alguna manera se sentían más seguros con él al lado.

Enseguida le hicieron cómplice, no fue difícil, y entre todos trataron de echar abajo la puerta. Demasiado tiempo llevaba ahi esa puerta cerrada y Gramps no daba pié a oportunidades. Esa era una y desde hacía tiempo tenían pensado saber lo que había detrás. El deseo era demasiado grande y la curiosidad imperaba demasiado en los chicos. Las consecuencias daban igual, habían perdido a un amigo por un abismo, era suficiente motivación. Echar la puerta abajo era como cosa del destino. Algo tenía que cambiar el rumbo del pueblo. Aunque, ¿Quién sabe? Igual solo era una tontería, detrás solo había algún secreto material en forma de capricho del viejo cuyo descubrimiento podía avergonzarle y como resultado acabaríamos todos castigados severamente. Falquias acababa de salir de una, quizá no era recomendable entrar en otra.

-Lo hemos intentado todo, pero no hemos conseguido abrirla- Dijo uno de ellos.

-¿Habéis intentado tirarle alguna pieza de porcelana del alfarero? Son piezas duras.- Dijo Falquias -Podríamos derribarla-

-No. Quizá funcione...- Contestó Lewi.-

La casa era muy grande. La más grande del pueblo, y como tal, tenía muchas dispensaciones, una de las cuales era un pequeño almacén de piezas decorativas, algunas muy antiguas, todas artesanales y todas hechas por el alfarero del pueblo, un hombre muy cascarrabias. Cogieron la primera que encontraron y volvieron a la sala de la puerta azul. No obstante, Falquias sabía que si Gramps era capaz de lanzar hechizos y no quería que se abriera la dichosa puerta, de bien seguro que no la abrirían ni suplicando.

Justo detrás de la puerta azul no había casi espacio físico en la casa, lógico dado que lo que había detrás ocupaba un espacio en la casa. ¿Pero el qué? ¿solo un simple armario?

Falquias ya era cómplice, pero prefirió estar tranquilo consigo mismo y no se hizo responsable. Lewi tomó la delantera, cogió una vajilla de porcelana y hallándose delante de la puerta la arrojó con todas sus fuerzas. La puerta retumbó y se agrietó por dos partes diferentes. Falquias permanecía tranquilo por la reciente pérdida, pero inquieto por lo que contemplaba, hasta tal punto de envalentonarse y cogiendo él mismo una vajilla, lanzarla contra la puerta, lo que provocó un agujero que nació de unir ambas grietas y varias partes cayó al suelo. ¿Ya está? ¿Eso es todo? ¿Ningún obstáculo mágico?

Entonces se oyó un tenue zumbido y a Lewi le entró pavor y se acongojó; balbuceó alguna frase y desapareció. Tommy seguía allí, lánguido y pálido, prefirió seguir allí no sin advertir a Falquias de que podría ser, quizá, peligroso y quizá lo mejor era que se fueran.

Pero Falquias no quería. Demasiado cerca para saberlo para irse ahora. El ruido de la puerta era muy extraño como para que hubiera algo corriente. Además, la adrenalina emergía en su interior de una forma apabullante.

Acto seguido cogió otra pieza antigua de porcelana y acabó lo que había empezado. Tras el golpe la puerta cayó en varios pedazos provocando una hilera de humo que se dispersó por la estancia desde el umbral de la puerta, ya derruida.

-¡Socorro! ... ¡...Que alguien me ayude!-

-¡Lo sabía, alguien pedía ayuda!- Se giró hacia Tommy- ¿Me acompañas?- Pero Tommy sin decir nada coherente, solo monosílabos, le miró y se fue, consiguiendo al final advertirle frente a lo desconocido.

Una luz extraña se apoderó de la sala y una voz se hizo eco en ella. La voz que había oído días antes en su cabeza ahora se hizo real. ¡Era real! Alguien pedía ayuda desde el interior. Ante la incertidumbre, el miedo a saber lo que había dentro, y el temor a ser pillado, el segundo chico se fue aterrado. Sin embargo Falquias aguardaba como sin saber que esperar y hacer, frente el nuevo oscuro hueco que se había formado ante él. Unas escaleras al final de una pequeña estancia en la oscuridad conducían hacia abajo. La olor a humedad le invadió por completo y a medida que bajaba las escaleras tuvo miedo y frío. Pero volver atrás era una tontería. Además, comenzó a vislumbrar algo de luz al final... ¿Un sótano? ¿Allí?

-¡Socorro! ¡Estoy aquí!- La voz seguía haciendo su función. Alguien o algo pedía ayuda. ¿Quién sería? ¿Gramps tenía a alguien encerrado en un calabozo? ¿Pero con qué propósito?

Finalmente llegó a una gran sala y descubrió que la luz provenía del centro en un pequeño foco que la proyectaba. Era tenue y parpadeaba débilmente. La sala era grande, las paredes tenían grabados extraños y las columnas estaban pegadas en ellas. Justo en el centro de donde la luz emanaba había una caja, una caja cuadrada que estaba suspendida en el aire envuelta en el rastro de luz. De lejos la luz era débil, pero a medida que se acercaba la luz, aunque sin crecer, aumentaba de potencia. ¿Qué era... eso? Pensó. Algo que parecía una caja mágica y brillante suspendida en el aire estaba en el fondo de una especie de calabozo. Falquias, atónito, no sabía que hacer.

-¡Aquí!-

Ahora lo supo: La voz venía de esa caja. Todo parecía sacado de un cuento de hadas, un ambiente mágico producto de una realidad no podía ser más que fantasía. Una fantasía creada por algún loco que quería gastarles una broma, un loco como... ¿Gramps? No se imaginaba al viejo gastando una broma así. Él directamente no las gasta. ¿Qué estaba pasando allí? Todo cuanto conocía era Krysta y no había nada más. De hecho para él no existía nada más. La posibilidad de plantearse algo más tampoco existía. ¿Pero...esa caja?

-Si me liberas, te llevaré al mundo exterior-

-¿Cómo?-

-Alguien se acerca, si Gramps te encuentra aquí, olvídate de salir del bosque. ¡Date prisa y libérame!-

Ya en la luz, dio unos pasos hacia la caja, pero la luz lo retuvo y lo paralizó, descargándole un halo de luz que al parecer le hizo daño. El golpe luminoso le hizo retroceder unos pasos.

-¡No! Sólo pueden romper el sello la fuerza y la calma!. ¡Ahora! Cura tu espíritu..Tranquilo... Cálmate... libérate de la tensión... Toca... esta ... caja...-

Falquias pensó que estaba soñando. Probablemente dormía a gusto en su cama. Pero todo era tan real... Igual que cuando lo del terremoto. Se convenció y trató de liberar tensión y se tranquilizó, cerrando las manos como puños y abriéndolas varias veces, al tiempo que cerraba los ojos con fuerza y los abría como ejercicio. Volvió a la luz. Cerró los ojos por completo. Respiró profundamente. Alargó la mano y los volvió a abrir, pero la luz le volvió a paralizar, aunque menos. No obstante el el golpe fue más brusco y quedó perplejo. Aeridas entró en su mente y le dieron ganas de llorar, como nunca antes.

-Libérate de esa carga y toca esta caja-

Se enjugó alguna tímida lágrima con la manga pasándosela por los ojos, se quedó tieso mirando el suelo, luego alzó la mirada ante el objeto brillante y flotante que ante él se hallaba. Por una parte resignado, pero por otra prometiéndose a sí mismo que de alguna manera lo volvería a ver, y sobretodo, por encima de todo, repitiéndose a sí mismo que él no era el culpable del terremoto. Levantó solo su mano derecha muy lentamente y movió los dedos como si la luz fuera voluble y la acarició.
Entonces notó como que la caja explotara y el halo de luz se expandió por toda la gran sala como si de una explosión se tratara. Pero duró pocos seguidos. La onda expansiva le hizo desequilibrarle pero no fue una explosión. Era como si la luz se hubiera liberado hacia fuera y Falquias estaba en medio. Abrió los ojos y pegó un grito que le hizo caer al suelo de espaldas.

-¡Uff!,¡Por poco! ¡Estoy libre!- Una voz armónica quizás andrógina, pero tirando a femenina, aguda y exultante.

Delante tenía a lo que parecía a una hada. Era un ser redondo y pequeño, del tamaño de una calabaza, y no tenia nada más que ojos, boca, y alas en cada costado. Era de un tono rosado brillante, como un ópalo rosado. Exacto, un ópalo de ámbar rosado con alas. ¡Y hablaba!

-¡Aaaaarrrg! ¡Ha hablado!- Falquias estaba flipando literalmente.

-¿Qué pasa? ¿No tengo derecho a hablar? Y tengo nombre, ¿Sabes? Me llamo Yomi.

-¡Qué cosa más rara! ¿De verdad no estoy soñando? Por eso el viejo tenía siempre escondida la caja.-

-Lo siento, te equivocas.- Yomi se dio la vuelta y miró hacia algún lado.- El viejo temía que su gente entrara al mundo a través de esta caja.

-¿E... el mundo?-

Yomi ignoró y prosiguió: -Para estos palurdos la caja seguirá siendo un misterio-

-¿Caja? ¿Qué caja? ¿Dónde está?-

-No seas bobo. La tienes en la mano.- Falquias estaba tan sorprendido y fuera de si que ni se dio cuenta que tenia la caja en la mano.- El que rompa el sello de la caja puede quedársela. De cada esquina puedes tirar varias asas y ponértela en la espalda como una mochila. -Yomi cambió el registro de voz- Es la famosa “Caja de Pandora”, y en ella podrás guardar objetos...-

Falquias tenía decenas, cientos de preguntas. Pero no sabía por cual empezar. ¿De donde has salido? ¿Quién eres? ¿Qué mundo? ¿Para qué esta caja? ¿Por qué famosa? ¿Qué objetos guardar? ¿Qué significa todo esto? En vez de eso, toda la escena en si y ese ser le hacían enmudecer, hasta que el nudo de su garganta se desató y se atrevió a preguntar... algo.

-¿Quién eres?-

-Aaiihh... Ya te lo he dicho, ¡Yomi!-

Entonces Yomi prosiguió ante el silencio de Falquias.

-Una vez introduzcas lo que quieras, cuando quieras sacarlo solamente tienes que pensar en lo que quieres sacar cuando metas la mano dentro. Si aquello que quieras sacar se halla dentro, automáticamente irá a parar a tus manos. Pero habrá solamente una excepción, la única y la primera. Falquias. Se ha roto el sello. ¿Me oyes?
Estaba esperando que viniera alguien a usar de mis poderes. Al hacerse inteligentes, los humanos, sabrán de mi existencia. Con mis poderes los humanos podrán expandir su mundo; y la rueda del tiempo girará eternamente. Has abierto esta caja, como otros antes de ti, y me has conocido. ¿Tienes el valor... de usarme?-

Se hizo el silencio. ¿Era una pregunta retórica? Se lo cuestionó. No quería tener que contestarle a eso.

-¡Responde! ¿Tienes el valor de usarme?-

Error. No era una pregunta retórica. Era una pregunta enunciativa y su emisor exigía que fuera contestada. No había otra. Todo aquello le gustaba, confesó en sus adentros. No sabía que era todo eso de humanos, de mundo, de eternidad, de progreso, de más allá; pero de algo estaba seguro. No podía volver atrás y hacer como que nada había ocurrido. Aunque tampoco podía ver más alla de Gramps. Naomi. Krysta. Aeridas... ¿Iba a cambiar algo?

-¿Tienes el valor de usarme? Sé que tienes todavía que asimilar unas cuantas cosas, pero debes responder a esta pregunta, es vital-

La pregunta le hizo volver en si de nuevo.

-Aahh... no sé...Si... ¡Sí!- Tampoco estaba tan convencido... -¿Pero me llevarás al mundo exterior?-

-Entonces úsame como te indique tu corazón. Mete la mano dentro y respira hondo-

Falquias lo miraba estupefacto. En cualquier otra circunstancia no lo haría. Pero todo aquello era demasiado para sus sentidos, para su sola existencia. Lo que estaba pasando no ocurría cada día, era obvio. Dejó la caja en el suelo y metió la mano derecha. Acto seguido se encendieron las antorchas de la sala. Antorchas que no había visto porque la luz de la caja solo iluminaba lo que era la caja. Entonces la luz que emanaba la caja cesó al mismo tiempo que las antorchas tomaban el relevo de la luz en la gran estancia. Falquias miró las antorchas pero no le dio a preguntarse de donde salieron pues un metal muy frío tocó la palma de su mano, como si estuviera imantado. El brazo sobrepasaba la capacidad del interior de la caja y sintió una extrañísima sensación.

-¡Vaya! Parece que tenemos visita.- Dijo Yomi.

No tuvo tiempo de observar lo que había sacado de Pandora cuando se giró y observó la presencia de quien acababa de llegar y contemplaba la escena.
Johny27 escribió:Lo tienes en epub?


Mmm no. ¿Qué es epub?
Formato de libro electrónico.
Hazlo en epub ya que leer por un foro es muy cansino, además de se podrá leer en todos los ereaders
Opino como el resto, si lo pones en epub quizás me lo paso al kindle y le hecho un vistazo!
Otro por aquí al que le gustaría tenerlo en epub para lectura post-examen! :D

Pero por qué no le llamas ARK? Yo es que soy de mantener a los personajes de videojuegos su nombre "original" [+risas]
Pues lo pasaré al ePub, aunque no tengo los derechos de autor de mi propio texto... ¿No habrá problema?

PD: Durante mucho tiempo fue Ark, pero consideré que debían cambiar algunos nombres. Pero en cualquier caso es provisional, si esto se publica tendré trabajo para saber si se llamará terranigma o no, este tema ahora mismo desconozco bastante, igual necesitaré permiso de square-enix o nintendo, si cambio nombres no pero podrían acusarme de plagio de usar el punto de partida e hilo conductor de su juego. Tengo que informarme, aunque tampoco sé donde ni como.
Magnaroth00Dark escribió:Pues lo pasaré al ePub, aunque no tengo los derechos de autor de mi propio texto... ¿No habrá problema?

PD: Durante mucho tiempo fue Ark, pero consideré que debían cambiar algunos nombres. Pero en cualquier caso es provisional, si esto se publica tendré trabajo para saber si se llamará terranigma o no, este tema ahora mismo desconozco bastante, igual necesitaré permiso de square-enix o nintendo, si cambio nombres no pero podrían acusarme de plagio de usar el punto de partida e hilo conductor de su juego. Tengo que informarme, aunque tampoco sé donde ni como.

Hombre, no es mala idea informarse y ver si te dan el visto bueno. Más que nada porque tener el apoyo de esas compañías detrás... es quizás mejor que sacar un libro desconocido. Eso sí, si hay suerte, antes de mandar nada regístralo eh? [carcajad]
Está claro que, a pesar de que me estoy difundiendo por EOL, la idea es que antes de difundirme a un nivel más general tengo que conseguir registrar la obra no?

¿Cómo se hace?

¿Tengo que hacerlo antes de ponerlo en el ePub?

¿Puedo registrar una obra y luego en el futuro modificarla (si se da el caso) y volverla a registrar?

Gracias.
Magnaroth00Dark escribió:Está claro que, a pesar de que me estoy difundiendo por EOL, la idea es que antes de difundirme a un nivel más general tengo que conseguir registrar la obra no?

¿Cómo se hace?

¿Tengo que hacerlo antes de ponerlo en el ePub?

¿Puedo registrar una obra y luego en el futuro modificarla (si se da el caso) y volverla a registrar?

Gracias.

Hay foros de escritores donde se comentan los pasos a seguir (en google en general seguro que también, pero en un foro las instrucciones estarán más claras y además te puedes informar con gente que ya lo haya hecho). Te mando mp con uno que vi el otro día por si te sirve de ayuda
Oooookey muchas gracias. No esperaba hacer esas preguntas aqui, pero vi la oportunidad después de ver la situación propicia.

En función de lo que me informe y pregunte , con respecto al ePub ya os diré algo.
Creo que te saldría mejor cambiar los nombres que pedir permisos, licencias o lo que sea. Lo haces en epub y si ves buena acogida y critica pues puedes probar en la store de Amazon
natulciel escribió:Creo que te saldría mejor cambiar los nombres que pedir permisos, licencias o lo que sea. Lo haces en epub y si ves buena acogida y critica pues puedes probar en la store de Amazon

Pero si mantiene la misma historia que el videojuego (dice que la ha cambiado, ahora, habría que saber hasta qué punto), no podría buscarse un lío aunque no tiene los mismos nombres y no tiene licencia? Obviamente es difícil que las compañías se pongan a investigar pero oye, la posibilidad (ínfima) supongo que está, no?

edito: Tras leer parte de lo que has colgado: la idea está bien y puede ser muy interesante (adoro el juego [carcajad] ), pero creo que deberías darle una buena corrección: hay algunos fallos de expresión (frases construidas de forma rara, palabras colocadas por error ya que no significa lo que se supone que se quiere expresar), palabras que se repiten, etc. Ánimo!
natulciel escribió:Hazlo en epub ya que leer por un foro es muy cansino, además de se podrá leer en todos los ereaders


Que yo sepa el kindle no lee epub, pero mobi si.
seaman escribió:
natulciel escribió:Hazlo en epub ya que leer por un foro es muy cansino, además de se podrá leer en todos los ereaders


Que yo sepa el kindle no lee epub, pero mobi si.


Ya se que el Kindle no lee epub, pero en ese mensaje no lo menciono, hablo de ereaders que van mucho más allá de los Kindle
Conservas el nombre de Naomi, el pueblo, Yomi y mas cosas y cambias el nombre de Ark por Falquias?
Como gran fan de ese videojuego, me parece una aberracion el nombre que le pusiste.

Además es una copia casi-literal de lo que pasa en el juego. Si vas a hacerlo (que me parece perfecto) usa los nombres originales.

¿Ademas porque hablas de registrar la obra? Me parece bien que lo hagas en plan amateur y despues lo compartas con los usuarios, pero de momento excepto un par de cosas, lo demas es lo que ocurre en el juego pasado a texto, es como si hiciera una novela del Final Fantasy VII. Puedo hacerlo para mi, pero no registrarlo.


Además primero hay que terminar la obra para registrarla. Es como si fuera a registrar una maquina del tiempo con un boceto y digo, dentro de un par de años ya vengo y lo remato.
natulciel escribió:
seaman escribió:
natulciel escribió:Hazlo en epub ya que leer por un foro es muy cansino, además de se podrá leer en todos los ereaders


Que yo sepa el kindle no lee epub, pero mobi si.


Ya se que el Kindle no lee epub, pero en ese mensaje no lo menciono, hablo de ereaders que van mucho más allá de los Kindle


Hombre, tu dices que lo ponga en epub que se podrá leer en todos los ereaders y no es verdad, el único formato que tienen todos los ereaders es .mobi xD.
unkblog escribió:edito: Tras leer parte de lo que has colgado: la idea está bien y puede ser muy interesante (adoro el juego [carcajad] ), pero creo que deberías darle una buena corrección: hay algunos fallos de expresión (frases construidas de forma rara, palabras colocadas por error ya que no significa lo que se supone que se quiere expresar), palabras que se repiten, etc. Ánimo!


Lol, ¿En serio has percibido tantos fallos de expresión, palabras que se repiten, etc? Como producto de leerlo yo varias veces y sobre la base de la lectura de otros tantos y con alguna que otra revisión, no esperaba que me dijeran algo así a estas alturas. Lo volveré a revisar de todos modos, gracias ^^




Ruffus, solo unas apreciaciones a lo que me comentas:

Ruffus escribió:Conservas el nombre de Naomi, el pueblo, Yomi y mas cosas y cambias el nombre de Ark por Falquias?
Como gran fan de ese videojuego, me parece una aberracion el nombre que le pusiste.


Insistí en que los nombres cambiados eran provisionales, (básicamente el de ark), la razón reside en que tenía que hacer una externalización del protagonista para a la hora de desarrollar la historia hacerlo más personal y mío. La idea es que al final, o los cambio todos o no cambio ninguno, eso no te quepa duda.

Ruffus escribió:Además es una copia casi-literal de lo que pasa en el juego. Si vas a hacerlo (que me parece perfecto) usa los nombres originales.


Como también dije, lo que cojo del argumento del videojuego básicamente es el punto de partida y el hilo conductor principal, añadí cohesión a los hechos (viajar del tibet a versalles en un plis plas no es normal), muchos personajes tanto como protas como secundarios, alguna trama secundaria y una trama principal que va paralela a la del juego. Y como parto del punto de partida, es normal que el principio sea clavado: y lo que has visto no es más que el principio.

Ruffus escribió:¿Ademas porque hablas de registrar la obra? Me parece bien que lo hagas en plan amateur y despues lo compartas con los usuarios, pero de momento excepto un par de cosas, lo demas es lo que ocurre en el juego pasado a texto, es como si hiciera una novela del Final Fantasy VII. Puedo hacerlo para mi, pero no registrarlo.


Como ya he dicho, no es solamente un juego pasado a texto, no me limité solamente a hacer eso, aunque si solo hubiera hecho eso ya estaría más que satisfecho. La problemática viene a la hora de registrar la obra, al margen de cuanta mano haya metido yo de por medio en el contenido, de eso no tengo ni idea, ya te avanzo; considero todas las posibilidades.

Ruffus escribió:Además primero hay que terminar la obra para registrarla. Es como si fuera a registrar una maquina del tiempo con un boceto y digo, dentro de un par de años ya vengo y lo remato.


Llevo más de 330 páginas de Word en total y estoy en la tercera parte; las dos primeras partes están terminadas ya.

Espero haber aclarado resueltamente estos matices ;)
aqui lo teneis en epub http://www.mediafire.com/?q8432ad9bwnbtn0

si al autor no le gusta la idea lo borro sin problema :)
kamikacer escribió:aqui lo teneis en epub http://www.mediafire.com/?q8432ad9bwnbtn0

si al autor no le gusta la idea lo borro sin problema :)



No me desagrada, pero me gustaría ser conocedor del alcance de lo que esto implica.
Magnaroth00Dark escribió:
kamikacer escribió:aqui lo teneis en epub http://www.mediafire.com/?q8432ad9bwnbtn0

si al autor no le gusta la idea lo borro sin problema :)



No me desagrada, pero me gustaría ser conocedor del alcance de lo que esto implica.

No implica nada que esté en epub. Es lo mismo que tú has hecho colgándolo aquí, solo que con otro formato. Ni mejor ni peor.
seaman escribió:Hombre, tu dices que lo ponga en epub que se podrá leer en todos los ereaders y no es verdad, el único formato que tienen todos los ereaders es .mobi xD.


Tienes razón debería haber puesto en casi todos lo ereaders, fallo mío
Johny27 escribió:
Magnaroth00Dark escribió:
kamikacer escribió:aqui lo teneis en epub http://www.mediafire.com/?q8432ad9bwnbtn0

si al autor no le gusta la idea lo borro sin problema :)



No me desagrada, pero me gustaría ser conocedor del alcance de lo que esto implica.

No implica nada que esté en epub. Es lo mismo que tú has hecho colgándolo aquí, solo que con otro formato. Ni mejor ni peor.


Ok gracias ! Pues entonces no hay ningún problema.
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