Cuidado se acerca, ¿lo puedes escuchar? es el murmullo del viento
cuidado se acerca, la hora ya está próxima
miras al cielo y ves la luna roja y con ella su llegada
cuidado...
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Llego un nuevo día, podían volver a respirar a la luz del sol, pero entonces se dieron cuenta, el viento seguía soplando, los cielos se cubrieron por un manto de nubes iban tiñendo el día de oscuridad, asustados miraban al cielo, los valles y la granja del valle, algo había pasado, el viejo árbol había perdido todas sus hojas, era un mal augurio, ¿que pasaría? ...
¡cuidado! cada vez estaba más cerca...
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Cayó la noche y con ella el miedo volvió hacer mella en los corazones, de repente el viento paró, se escuchó el crepitar de las llamas, el goteo del grifo en la cocina, las maderas del suelo crugian, todos aguantaban las respiración y entonces a lo lejos sonó el aullido apagado de un lobo, cada vez se oía con más fuerza y de repente, el más absoluto silencio.
Todos ser miraron, asustados, casi sin respirar, unos a otros para asegurase que todo eso era real, entonces de la esquina de la habitación, la vieja Amaras murmuró para si misma - los augurios no son buenos para nosotras en esta época, sólo un lobo hemos oído y sólo un lobo quedará- sentenció de tal forma que sonó un chillido, de incredulidad, de asombro por sus palabras y miedo, sobretodo el miedo sobre ese futuro incierto que se notaba en el ambiente de esa habitación, ¿que pasaría mañana?
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El valle, llevaba cuatro días sumergido en las sombras, cubierto por un manto de niebla que hacía difícil salir fuera de los límites del pueblo sin perderse.
Los animales estaban asustados, nerviosos, podían oler en el aire que algo estaba sucediendo, la gente del lugar no entendía que pasaba, sólo los más viejos recordaban que eso mismo había sucedió muchos años antes, pero recordaban la leyenda y decidieron contarla para dar a conocer una parte de su pasado que creían enterrada.
La vieja Amaras se dispuso a contarla, no sin antes advertir que no era sólo una leyenda, sino la historia del valle.
- Hace muchos años, este valle estaba deshabitado, era un lugar dónde nadie iría, porqué que era tierra de lobos y no sólo eso, sino tierras malditas. Mi abuela me contó de pequeña, que el pueblo se fundó a causa de una plaga que asolaba la región, los supervivientes, decidieron entrar en el bosque más allá de la montaña del norte, e irse a vivir al valle, pensaron en construir unos fuertes muros, torres de vigilancia y no dejar salir a nadie por la noche para evitar los lobos, cada vez llegaba más gente y al final fueron un centenar de personas que llegaron a estas tierras.
Muchas de ellas murieron, posiblemente llegaron con la enfermedad, o eso era lo que en un principio se pensaron, eran días grises, fríos y oscuros como los de ahora, nadie pensó que otro mal estaba por llegar. Pero cuando un fuerte viento llegó al valle, nadie puso en duda que algo más estaba sucediendo. Entonces aparecieron los espíritus malditos del valle para sentenciar, lo que más tarde se conocería como la leyenda del valle oscuro.
De repente otro aullido dejo a todos los que escuchaban sumidos en el miedo, un silencio que nadie quería romper, entonces la abuela Amaras decidió que era mejor irse a dormir, les esperaban unos días de mucho trabajo, tenían que preparase para cumplir esa sentencia.
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La llegada del nuevo día sólo trajo frío, hielo y más miedo, un grupo de hombres siguiendo las ordenes del alcalde se dirigieron armados y con antorchas a la entrada del bosque para cortar leña,necesitaban mucha, tal y como Amaras había dictaminado, una gran hoguera encendida día y noche en medio del pueblo era lo único que les podía salvar, quizás no ha todos, pero si a la gran mayoría, luego otra gran cantidad para la casa grande que junto a la de la vieja Amaras es donde la gente se iría a resguardar, un mes a partir de la luna nueva tendrían que permanecer allí encerrados, si salían... sería su fin.
Todo el valle estaba cubierto por escarcha, el lago se había congelado, y algunos animales yacian muertos; mientras los hombres iba ha por leña, un grupo de mujeres fue a recoger lo poco que se podía salvar de los campos, otras recogían toda la comida de las casas para ser repartida entre las 2 casa provisionales, comida, mantas, colchones, ropa, todo lo que fuera de necesidad tenía que ser recogido y repartido. El grupo de gente mayo se dedicó a cuidar de los niños y unos cuantos a poner los animales en el patio central de la casa, sabían que llegada la hora, mejor sacrificar a los animales que la gente.
La vieja Amaras contemplaba todas las tareas con gran pesar, sabía que aún siguiendo sus consejos, en ese mes, moriría mucha gente, el miedo hace que las gente cometa estupideces, ella lo había visto con sus propios ojos año tras año, los chicos no lo sabían, pero tener 150 años, no era lo normal en la población... y allí estaba, todavía le quedaban otros 50 años, si todo iba bien...empezaba estar cansada, algún día se tendría que saber toda la verdad.
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Sentada, miraba por la ventana como se completaban los preparativos y empezaba a caer la nieve, pronto la tormenta haría imposible realizar ninguna tarea en el exterior, y se quedarían asilados, como la última vez, con la esperanza de la llegada de un nuevo día, un amanecer soleado que deshaga la nieve e indique el fin de las pesadillas. El problema de esta vez es que había poco ganado y reservas de comida, y ahora ya era demasiado tarde para ir a cazar al bosque, esta vez seguro que habría más bajas, no sólo por la enfermedad y la plaga, sino por hambre.
Así empezó todo, un largo viaje para encontrar un sitio fértil para cultivar después de las grandes pestes y plaga que asolaban la región, llegamos a este valle, y así terminará todo, con otro viaje, pero este no será en busca de un lugar mejor, sino en el propio hogar.
El gélido frío se colaba por cada rendija, asolaba el viento, la nieve y ese olor tan característico de las bestias salvajes, estaban cerca, muy cerca, seguro que ya podían oler la sangre que corría por nuestra venas.
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Sólo había dos maneras de terminar con la pesadilla, estaba segura que nadie querría escuchar la segunda opción porqué implicaba mucho riesgo, pero sin duda, esa era la mejor.
Se trasladó junto al alcalde por los viejos túneles debajo de las dos casas, tenía que llegar a la casa grande y explicar como luchar, sin ninguna duda, eso sólo provocaría más miedo, pero había pasado una semana y tenían que hacer algo, el pequeño Elster empezaba a empeorar, era cuestión de días que el primer cadáver saliera a la superficie…
- Sé que lo que os voy a contar os va a preocupar más, que muchos tendréis miedo y otros querréis escapar – mientras Amaras decía estas palabras el murmullo fue en descenso.
Amaras continuó con su relato:
- Sólo hay dos formas posibles de combatir el mal: resistir, no dejar que el fuego se apague ni el de las casas ni el de la gran plaza, mientras el humo salga por las chimeneas, todos nosotros estaremos a salvo, pero pensar, que ha transcurrido una sola semana, vamos justos de comida, y por desgracia, el pequeño Elster ha enfermado – el grito ahogado de su tía y los sollozos de su abuela que no sabían nada rompieron el silencio. Seguramente muchos más enfermaran y algunos moriréis, pero hay otra forma de salir de aquí e intentar terminar con todo esto.
- Pero no sabemos si podría salir bien o no, cada vez lo hemos pensado, pero nunca lo hemos hecho – la voz de Gansión sobresalía con fuerza entre el murmullo de la gente. - Todos sabéis que los más viejos de aquí somos Amaras y yo, muchos años antes se ha pensado una solución, pero nunca nadie ha querido dar el paso…
- Gansión, nunca lo hemos hecho, pero podría ser nuestra última esperanza, nosotros no resistiremos otro ataque, si es que sobrevivimos a este, todos los recuerdos ser perderían.
- Tal vez, si esta vez alguien… - su voz se apago inundado por las lágrimas, él de joven había querido pero su padre no le dejó, 4 días después murió y le hizo prometer que nunca saldría…
- La posible solución, sería que algunos salieran fuera con antorchas y hachas para atacarles, el fuego los asusta de esto estamos seguros porqué no se acercan a las casas ni en el centro de la plaza, por eso, aprovechando la salida de los túneles en el medio de la plaza, se podría atacar desde allí…pero el que salga, no podría volver ha entrar, ya que las salidas fueron diseñadas sólo de salida, no de entrada…
Las voces todos los presentes se negaron empezaron a crearse grupos unos querían salir, otros quedarse, los más jóvenes tenían aires de guerreros, sus madres se negaban…
La batalla para sobrevivir había empezado, Amaras se retiró a su casa, quería esperar a que fueran a buscarla con una decisión, les dio 2 días para que la decisión fuera tomada, sino, sólo podrían resistir.
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Allí estaba, acechando desde las sombras, vigilando los movimientos, podía ver el resplandor de las casas, el humo salir por el tejado cubierto de nieve, pero cada vez era más fuerte, ahora y podía acercarse casi hasta el centro de la plaza, su aliento podría llegar a más rincones del pueblo, ellos morirían, nada escapa a su poder.
Extendió sus brazos y salió al paso de la niebla, allí estaba, sabía que no lo podían ver, pero notaba como alguien presentía que el fin se acercaba…
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Se paseó por las calles del pueblo, a su paso, las casas vacía y frías se derrumbaban, el viento soplaba más fuerte, arrancando arboles, creando corrientes de aire y proyectando ráfagas de nieve.
Pero ya no puedo avanzar más, esta vez, notaba el calor por debajo de la calle, ¿qué habría pasado? No entendía de dónde procedía aquel calor, empezaba asfixiarse.
Veía las casas allí delante, quería acercarse, entrar en ellas y aniquilarlos. Pero no podía, extendió sus brazos y las zarandeó con ráfagas de viento, proyecto más nieve, más frío, sólo quería ver muertos.
Mientras, en el interior de las dos casa se debatía que plan era mejor, quedarse e intentar resistir o intentar salir a fuera para luchar. El viento seguía con fuerza, la tormenta de nieve aumentaba y ellos se sentían perdidos y asustados…se daban cuenta que quedaba poca comida, que él estaba allí fuera acechando, esperándolos para llevárselos consigo, tenían a 3 enfermos y 1 muerto, esto no podía seguir así…estaban si luz, sólo con el fuego y las velas, se podían comunicar por el pasadizo pero con el miedo de que se derrumbara o que él pudiera entrar por allí, nadie hablaba a duras penas, el ambiente estaba ensombrecido pro el dolor y la desesperación.
Los jóvenes querían venganza, salir a luchar, defender lo que era suyo y pronto se revelarían, era cuestión de tiempo, pero…¿tendrían tiempo antes de que pasara nada?
Trajún seguía fuera, se había elevado en el aire, tenía una idea, una tormenta de rayos, eso haría crecer el miedo y las ganas de lucha que circulaban pro el aire, así se cobraría más vidas, ese pueblo sería el último que se rebelaría de la región, era su región, nadie viviría en ella.
Ansiaba provocar el caos, el miedo, ver la sangre, ese olor, el miedo era el mejor perfume que se podía oler, y eso, él, sabía mucho, por eso no le gustaban las plantas, que odiosas eran…todo color y aromas, de un manotazo las había marchitado y dejado sin ninguna posibilidad de volver a salir, esa tierra ya no sería nunca más fértil. El valle, nunca más sería fértil, no daría vida, pero tampoco la recibiría, sólo la muerte y la destrucción reinarían, y pronto todo el reino se convertiría en cenizas bajo su poder y dominio.
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Toda su furia se concentraba en esas dos casas, algo había cambiado, lo notaba, estaban diferentes en algo, una rabia interior se desató quemó la poca vegetación que quedaba he hizo apagar el fuego de la plaza con sus corrientes de aire, ahora trasladaría ese fuego en una gran bola, si conseguía controlar todos los movimientos del aire podría concentrar esa bola encima de las casas, eso obligaría a salir toda ese gente de allí dentro y él se podría alimentar de sus almas y sobrevivir mil años más. Pero primero tenía que encontrar que andaba mal, sus fuerzas empezaban a fallar, no entendía por qué.
Dentro de las casas la preocupación aumentaba, al final cinco jóvenes habían salido por los túneles y todavía no habían regresado, ¿les habría pasado algo? Quizás con la tormenta se habían perdido, si, seguro que era eso, no habría encontrado los sitios marcados por Amaras en el mapa y se habrían perdido, pero si eso funcionaba... Sólo cinco morirían y se salvarían cientos.. ¿Habría valido la pena?
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De repente el silencio en la casa se hizo más profundo cuando una ratita apareció por una esquina, eso era todavía más extraño, en el bosque ya no quedaban animales, todos los de granja habían sido sacrificados para tener comida, sólo quedaban los caballos.
Amaras sonrió, ordenó que capturaran a la rata con vida, la guardó en una caja y se dirigió otra vez a los túneles, tenía que hablar con Gansión.
Cuando llegó a la otra casa, le dieron malas noticias, el pequeño Elster había fallecido y otros 3 niños más empezaban a mostrar síntomas de enfermedad, eso no podía seguir así, si los chicos no habían llevado a cabo su misión alguien más tenía que salir…
Amaras dijo que pronto todo terminaría, traía un pequeño regalo, abrió la caja y todos se quedaron asombrados, Gansión habló, firmes fueron sus palabras:
- Una nueva vida ha sido hallada, pero otras más jóvenes todavía no han regresado, una muerte hemos tenido y alguna más por llegar estará, por eso yo os pido que ahora es cuando más unidos tenemos que estar, unidos y luchar para sobrevivir, la batalla continua.
Luego el silencio volvió a reinar en la pequeña casa, todos contemplaban la rata y los accesos de los túneles, tenían esperanzas de ver llegar a los jóvenes pronto y con vida.
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¿Que era ese olor? olía el miedo, el sudor, pero se mezclaban con otro que no podái llegar ha distinguir estaba demasiado lejos del foco para saber que era, tenía que concentrarse mas o la gran bola de llamas estallaría en su cabeza y tendría que volver ha esperar un siglo hasta poder volver sobre la tierra, no podía esperar mucho más, pero sino encontraba su momento... percibía el olor de muerte que flotaba por encima de las casas habitadas, y de repente a lo lejos lo vio, entre la espesura de la nieva, contemplo como empezaba ha crecer pequeños arbustos, ¿que estaba pasando? ¿su tiempo se había agotado?
A lo lejos, entre las colinas del valle, el grupo de jóvenes se dirigía la pueblo tras completar su misión cuando divisaron la gran bola ardiente, se quedaron parados contemplando, no sabían que hacer, seguro que sus padres estarían preocupados, pensarían que están muertos y que ellos también iban a morir, todo ese tiempo echado a perder, no entendían porqué nunca nadie les había contado los otros ataques que habían sufrido, no habría sido más fácil partir hacía otra región que quedarse allí para volver a sufrir, esta vez seguro que nadie se salvaría, no podían dar marcha atrás e ir en busca de otro valle, todavía tenían comida para 4 días, 5 si se administraban bien, eran jóvenes y fuertes, podrían escapar, tenían que escapar, en sus mentes sólo retumbaba la palabra escapar; pero para su desgracia, habían sido educados en el honor y la bondad, y su destino estaba forjado en ese valle, lejos de él no serían nada, tenían que encontrar la forma de vencer su miedo apra poder llegar a casa.
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Los jóvenes se acercaron un poco más la pueblo y entonces pudieron contemplar que esa bola gigante era algo más que fuego, allí estaba materializada su enemigo, emanaba calor, belleza y poder; de inmediato se sintieron atraídos por ella y en su cabeza retumbaban las palabras del a vieja Amaras: "si os encontráis con el fuego, no lo miréis, porqué entonces ya estaréis perdidos, el fuego será vuestra perdición" pero ellos no pudieron evitarlo, se sentían atraídos por ese calor, se acercaron y pudieron contemplar su belleza, luego, sólo quedó su ceniza.
Ahora comprendía de dónde emanaba ese olor, pero ahora ya no molestarían más, pronto el fin de su pueblo se haría realidad, entonces ella volvería a gobernar su reino, como podían pretender unos simples mortales arrojarla fuera de sus tierras y tomar todos sus bienes...lo pagarían caro, muy caro, ya se había ido encargando con los años.
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El cielo teñido de rojo, era el último día la guerra llegaba a su fin.
Ella seguía allí, rodeada de fuego, como una diosa, la gente en las casas notaban ese calor, estaban asustados, tenían la certeza que los jóvenes había perecido pro el camino, ya nada tendría sentido, los ataques cada vez eran más fuertes, en la plaza ya no quedaba nada, sólo ellos en las dos casas encerrados, los niños y un grupo de gente los llevaron al os túneles para esconderlos, quizás después de todo alguno se salvaría para poder fundar otro pueblo, otra ciudad; eso si tenía que vencerla, ahora que había tomado su forma original era más peligrosa que nunca, nadie había sospechado jamás que ella fura la culpable de todos sus males, todos esos meses sin cosechas, la muertes de los animales, el derrumbamiento de las minas, ahora toda cobraba sentido.
En la vieja casona, el consejo del pueblo se reunía a la espera de los acontecimientos para tomar una decisión, intentaría un nuevo ataque pero está vez directo o tendría que renunciar a todo y quedarse para morir.
El pueblo habló, llevarse al os más jóvenes, los niños y algunos mayores fuera del pueblo por los túneles para ponerlos a salvo en las montañas, de mientras un grupo de gente saldría para distraer y que no fueran atacados en su camino.
Dejaron a los niños y jóvenes en los túneles con vigilancia y luego vino la parte más dura, decidir que personas se irían con ellos y cuales se quedaban para morir.
a medida que vaya escribiendo, lo iré poniendo aquí) el título es provisional, más que nada, porqué el que tengo pensado desvelaría de que va le texto, y no quiero que mis "fans" del fotolog lo sepan antes de tiempo jajaja pongo fotolog, porqué la historia la empecé allí jeje. pero como muchos de los que opinan son de eol, todo queda en familia.