@Athossss A mí el caso de Michael Jackson me queda claro que hay un problema gordo, pero mucho más que en él mismo, en todo el entorno que puede rodear a un niño prodigio:
- Familia que se agarra como una lapa a la caja registradora con patas que han criado, explotando desde pequeños no sólo a él sino al resto de hermanos.
- Familiares de los niños a los que dejaban pasar solos las noches en casa de Michael Jackson, seguro que dando palmas por la suerte de haber colocado al niño cerca de un famoso al que seguro que le sacarían pasta y regalos y demás. Luego algunos de esos mismos se ponen a denunciar, a hacer entrevistas y a llegar a acuerdos extrajudiciales sustanciosos porque el sistema funciona así, y eso era lo que buscaban antes que nada. Alguno de los críos demandantes lo confesó tras la muerte.
- Y en general, la doble moral de una sociedad que primero encumbra las "excentricidades de un artista" para luego en cuanto salta la liebre, sea o no verdad, le tiran a los pies de los caballos y se rebozan en los detalles escabrosos.
Todo esto lo digo sin ser fan para nada del personaje. Estoy seguro de que estaba trastornado (cualquiera no, habiéndose criado como se crió) y no pondría la mano en el fuego por lo que haya podido pasar con los chavales. Pero es que tiene tela que se personalice todo el problema en la persona de Jackson cuando absolutamente todo a su alrededor era tanto o más turbio, para mi gusto.
Pero en fin, volviendo al tema en general, yo personalmente suelo separar la persona de su obra, a todos los niveles. Incluso de la gente de la que sí me considero fan, siempre he podido separar la persona de sus actos. Me puede gustar muchísimo la cantante X y su música, pero a la vez pensar que está zumbada. Pues eso mismo a todos los niveles.
Si resultase que Bin Laden hubiese sido un pintor del carajo, no me costaría apreciar sus cuadros aunque se hubiese cargado a miles de personas y sembrado el odio por medio mundo. O Himmler, o Stalin, o Franco o quien fuese.
Siempre me ha parecido que las personas tenemos muchas facetas y es muy infantil reducir todo a una sola imagen, aunque sea tremenda y poderosa.
Una película como "El hundimiento" a mí me marcó, porque te presenta a un Hitler cercano, cariñoso, educado y amable con la gente cercana. No sólo un monstruo responsable de llevar a medio mundo la guerra y exterminar judíos. Lo realmente jodido es éso, que un cabrón con pintas en el mundo real casi nunca es un monstruo y ya, de los que pintan las películas. Muchos maltratadores que revientan a palos a sus parejas son grandes amigos, vecinos o compañeros de trabajo, responsables, trabajadores...