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Los funcionarios de Alcalá de Guadaíra se rebelan por los privilegios de Isabel Pantoja
Desayuna con la directora y el subdirector le lleva las bolsas cuando regresa a la cárcel
Los jefes de módulo piden su traslado ante el riesgo de un motín del resto de reclusas
Los tratos de favor de Isabel Pantoja en prisión
El 1 de junio pasado, el mismo día en que accedió a su primer permiso penitenciario, Isabel Pantoja aún desayunó en la prisión de Alcalá de Guadaíra. Pero no lo hizo como las otras internas, sino dentro del economato, en un lugar vedado a las presas. Tampoco lo hizo sola, sino acompañada nada menos que de la directora y el subdirector del centro, de quienes se despidió con dos besos, según testigos presenciales.
Lo cuentan funcionarios de la cárcel, que se sienten cohibidos y presionados por la Dirección cada vez que intentan obligar a la tonadillera a cumplir las normas que rigen para el resto de reclusas. Y aportan partes, a los que ha tenido acceso este diario, que evidencian cómo Pantoja se enfrenta a ellos y cómo la Dirección pide a los trabajadores, que se sienten totalmente desautorizados, que justifiquen cada una de sus decisiones al respecto de la condenada, que cumple 24 meses de cárcel por blanqueo de capitales.
La Dirección envía por escrito un documento igual a todos los funcionarios que se niegan a dar privilegios a Pantoja de los que no gozan el resto de presas (pinche aquí).
"Es escandaloso, se ponen de parte de ella, la Dirección nos prejuzga constantemente", dice un funcionario. "No tenemos autoridad ninguna y el resto de presas lo ve".
La situación ha llegado al punto de que una mayoría de los 15 encargados de módulo de la prisión, según fuentes contrastadas del propio centro, ha solicitado a la Dirección el traslado de la delincuente a otra prisión: "Tememos que pueda pasar algo, las otras presas ven el trato de favor y al principio la adoraban, pero ya hay un mal rollo considerable. Esto es una cárcel, hay agresiones, hace año y medio le dieron una paliza a la jefa de servicio. Estamos jugando con fuego".
La tensión es tal que la reunión semanal de la directora con estos encargados ya no se celebra. Los trabajadores se ven coaccionados por la tonadillera, que a la mínima, sin razón incluso, se queja a la Dirección.
A Pantoja, por ejemplo, ya no se le permite salir a coser con el resto de internas en previsión de posibles roces, "aunque en realidad ella no cose, se lo hacen otras presas", dice una fuente de la propia penitenciaría. Coser, al igual que otras actividades, le ha facilitado a la folclórica la obtención del permiso por buen comportamiento. Pantoja, según estas fuentes, no da puntada sin hilo en la cárcel. La lista referida por estas fuentes de tratos de favor hacia Isabel Pantoja es larga. Por ejemplo, el pasado 5 de junio, el día de su regreso a prisión, la tonadillera volvió con tres bultos, cuando sólo podría ingresar con uno. Según las reglas de la cárcel, cada interno tiene que entrar en el recinto con el mismo número de paquetes con los que salió.
En lugar de llegar por Ingresos, donde se halla el SIA (Sistema de Identificación Automática), lo hizo por Comunicaciones, "de forma absolutamente irregular, única interna que hace eso", insisten. Allí -donde la directora recibe a su hijo, Kiko Rivera, con dos besos cada vez que viene a visitar a su madre, explican- dejó dos de las bolsas en manos de dos internas de confianza, que se las llevaron a Ingresos, y otra bolsa fue entregada al propio subdirector de Seguridad, todo ello contraviniendo las normas.
Igualmente, el cacheo preceptivo se le realiza ya en su propia celda en vez de a su entrada en la cárcel, "de forma totalmente anómala". En el módulo A, donde cumple condena, todas las celdas son dobles, excepto la suya, con una única ocupante.
ALTERCADO
Ya en la celda, la funcionaria registró las dos bolsas del principio de la peripecia. Pantoja se revuelve, se queja de que la han "humillado" al ponerle los zapatos "encima de la ropa para manchármela". Pantoja, que cita a la Dirección verbalmente cada vez que quiere y no por escrito, como el resto de las reclusas, consigue que el subdirector interrogue a las funcionarias y se niega a recoger sus cosas hasta que la directora compruebe lo que le parece un atropello.
Según fuentes del presidio, conformado por unas 180 reclusas y medio centenar de funcionarios, al menos una interna se ha ganado un parte (que puede dejarle sin permiso de salida) por llamar a la cara a Pantoja "privilegiada".
Explican también estas fuentes que varios de los funcionarios que la tratan han puesto puntos negativos a la interna (malas notas en el módulo de respeto, de normas menos rígidas), pero ninguno se ha atrevido a ponerle un parte por temor a represalias. Las quejas, pues, vienen a confirmar lo denunciado por el sindicato Acaip a la entrada de Pantoja en prisión, el pasado noviembre .
Instituciones Penitenciarias se limitó ayer a negar tajantemente a este diario que Isabel Pantoja ostente privilegio alguno en el centro penitenciario de Alcalá de Guadaíra.
ella no cose, se lo hacen otras presas", dice una fuente de la propia penitenciaría. Coser, al igual que otras actividades, le ha facilitado a la folclórica la obtención del permiso por buen comportamiento. Pantoja, según estas fuentes, no da puntada sin hilo
tarzerix escribió:Refloto el hilo,esto debería tener mas páginas
tarzerix escribió:Refloto el hilo,esto debería tener mas páginas
maponk escribió:Yo no me lo creo, que obtenga algún privilegio pudiera ser, esto suena a conflicto laboral o alguien que ha vendido la noticia a una agencia a sacar pasta sin ser verdad.
dotakon escribió:Yo ya me suponía que ésta no iba a estar en la cárcel, sino en la casa de gran hermano pero sin cámaras y sin poderla nominar para echarla ( ni ganas)
María Patiño asegura que el comunicado se hará oficial en las próximas horas
56 trabajadores denuncian el trato a favor de la cantante
"Recogemos la invitación y afirmamos que mintió de manera reiterada"
Nuevo escrito y nueva reivindicación de los funcionarios de Alcalá de Guadaira sobre los supuestos privilegios de Isabel Pantoja , un trato de favor que en su día la propia directora de la prisión negó en los medios. "Si dijera alguna mentira, mi plantilla me desmentiría", aseguró.
Las funcionarias a las que se refería la directora, no han tardado en pronunciarse: "Recogemos la invitación y afirmamos que mintió de manera reiterada. No somos dos funcionarios, ni cuatro, ni siele. El malestar es generalizado en la plantilla de interior, por pretender la señora directora que tratemos a la interna Isabel Pantoja como si fuera una huésped en su hotel particular".
Llegan a asegurar que las trabajadoras que hablaron por primera vez de los privilegios de Isabel Pantoja están siendo menospreciadas. Una de las supuestas exigencias de la tonadillera fue salir a fumar en medio de una actividad de costura, hábito totalmente prohibido en la prisión y por el cual se defienden los funcionarios: "Hemos de aclarar que la obligación del funcionario de este servicio es impedir el paso de internos, salvo cuando exista orden escrita de un superior".
Parecida situación de enfrentamiento se produciría cuando la artista condenada regresó de su permiso el 5 de julio. Una funcionaria trató e cachear tres de los bultos que traía del exterior y la artista expone que está siendo humillada. Esta versión fue desmentida por la directora del centro, por eso los trabajadores vuelven a cargar contra Isabel Pantoja: "No queremos entrar a analizar otras actuaciones del equipo directivo con respecto a la interna Isabel Pantoja de las que hemos sido testigos numerosos funcionarios y en las que hay una variedad de situaciones que van de lo esperpéntico a lo insolidario con respecto a otras internas y que suponen una violación continuada de la normativa penitenciaria".
Los funcionarios, 56 en total, piden al final del escrito poder ejercer su función con profesionalidad.
Isabel Pantoja tiene que reunir 200.000 euros para el próximo plazo de multa
Se acerca el 30 de junio y llega otro plazo de la multa a la que tendrá que hacer frente Isabel Pantoja. De nuevo tiene que depositar más de 200.000 euros en el uzgado si no quiere que se sumen seis meses más a su pena de cárcel. Parece que la tonadillera ha conseguido de nuevo reunir la cantidad necesaria para pagar el plazo de la multa, algo que confirmado su propio abogado.
Hicks-81 escribió:Pues si son 56 las funcionarias que denuncian el trato de favor, creo que ya hay poca duda de que exista realmente.
juanma_81 escribió:Ha cumplido condena cómo una marquesa y al poco tiempo venga, por buen comportamiento, eres libre, luego un padre de familia que no tiene para darle de comer a sus hijos roba una barra de pan y le caen el doble de años, this is spain
(Neo) escribió:A mi el personaje en cuestión me la pela, pero con dos años normalmente nadie va a la carcel, asi que no se donde está el trato de favor.
Y por otro lado, si ella está en la cárcel, ¿porque las mujeres de otros que se han llevado mucho mas estan tan campantes por la calle y encima se las defiende?
Si merece estar en la cárcel, que lo esté; pero que metan tambien a los demás...
Y yo no se si será verdad, pero normalmente TODOS los ricos y famosos que pasan por la carcel viven de puta madre (según dicen), asi que no se donde está la noticia, si es lo que hacen todos.
Ya digo que ni sigo al personaje ni me importa lo que haga ni me interesa su música, pero si digo que hay otros que se lo han llevado a capazos y no les pasa nada, se van de rositas y en vez de poner el grito en el cielo, nos escandalizamos de si la pantoja ha dicho esto o si le han dejado hacer lo otro... vamos, lo que viene siendo "a rio revuelto, ganancia de pescadores".
maponk escribió:Yo no me lo creo, que obtenga algún privilegio pudiera ser, esto suena a conflicto laboral o alguien que ha vendido la noticia a una agencia a sacar pasta sin ser verdad.
A mi no me cae bien la Pantoja, pero lo que se hace con ella me parece despreciable, y lo malo es que ella tienen que dar exclusivas a gente que sabe que la quiere muerta, sin paliativos, les gustaria muerta.
Hicks-81 escribió:Pues si son 56 las funcionarias que denuncian el trato de favor, creo que ya hay poca duda de que exista realmente.
Isabel Pantoja escribió:Meras habladurias
Isabel Pantoja escribió:Meras habladurias
Un funcionario de Alcalá narra el origen del 'motín' funcionarial contra la directora
Denuncia que otras presas se sienten explotadas por la tonadillera
'Intentó sembrar el odio entre las internas, pero ellas nos respetan y nos quieren', dice
'Ella entró muy humilde, repitiendo: 'Soy una interna más'. Pero luego...'
"Después de Semana Santa, Isabel Pantoja pasa al módulo de Interior, a un taller de confección en que ella no está incluida ni autorizada. Ahí ella explota a dos internas costureras. Que no es que le quieran coser la ropa: es que se la tienen que coser. La Pantoja dice: 'Córteme este vestido', y están al servicio de ella, sin querer ellas. La primera vez que lo vi, vine para casa con un sofocón: 'Otra vez, las más débiles pisoteadas por las más fuertes'. Una de ellas, que trabaja de lunes a viernes como costurera, le dijo a varias funcionarias: 'Señorita, a mí no me importa coser para otras. Pero una cosa es que no me importe y otra es que me obliguen, y que me acosen, y que me mande mensajeras'. Pero claro, si no cose a Pantoja a lo mejor no le dan el permiso o... Lo que sea. La que manda manda. Claro que teniendo criada en el módulo, que le limpia la celda, le lava la ropa... Es normal que también tenga costureras".
Es parte del testimonio de un funcionario de interior de Alcalá de Guadaíra, la cárcel en la que Isabel Pantoja lleva encerrada desde noviembre y en la que se vienen sucediendo los tratos de favor, denunciados por trabajadores del centro en las páginas de este diario. Pedro, nombre supuesto de este funcionario que se ampara en el anonimato, se declara horrorizado por la situación, que expone a continuación, en sus propias palabras y sin aditivos. Su testimonio es representativo del sentir generalizado entre los 56 trabajadores que han acusado as la directorza de mentir sobre los privilegios de Pantoja.
"La presión era enorme incluso antes de que ella entrara. El ingreso fue muy correcto, con alguna peculiaridad normal. El 24 de noviembre sale el comunicado de Acaip y produce una reacción en contra, de la plantilla. Ella entró muy sencilla, vestida seria, y la pasearon por toda la prisión con la intención de que las internas la tocasen y la viesen, que fue lo que pasó. A todos nos pareció buena idea. Se dejó abrazar. Repitió: 'Soy una interna más, soy una interna más'. La tensión desapareció. Ella tenía ganada a toda la gente".
'Lo negamos a nuestras familias'
"Yo también firmé el documento negando que se le pintara la celda y se hubiera cambiado el colchón, aunque sabíamos que era así. Incluso lo negábamos a nuestras familias. Fue una manera de decir: 'Dejad Alcalá en paz. Nuestra directora no será perfecta, pero la queremos'. Ahora he firmado contra ella, claro. Pantoja iba todo el tiempo con un chandital gris que yo una vez la vi de espaldas y pensé: '¿Dónde irá esa interna a estas horas?', ni la reconocí. Era totalmente anónima. La gestión de la directora es lo que nos ha mentido en este problemón".
"De entrada, Pantoja entra en el módulo A y le ponen compañera porque viene deprimida. Hay dos camas. Ahí están las de cocina, las que llevan los carros y casi siempre dos o tres señoras mayores y atípicas, que no cuadran en otro sitio e igual con delitos raros. La pusieron donde la tenían que poner, todo bien. Su foto no aparece en ningún fichero, y al ser Fies 5 [de especial seguimiento] se gestiona desde Madrid. Bien. Pero la primera muestra de desconfianza de la directora fue sacar de su módulo a algunos funcionarios que pensaba que podían dar problemas. Después, saca una orden para tomar nota de todas las personas que entren al módulo, completamente innecesario. De hecho, ahí se demuestra que ellos cuatro, la dirección, estaban todo el día, mañana y tarde, en el módulo de Pantoja. En su propia celda, sentados en la cama de la otra interna. Entraban y se tiraban horas. Se desentienden del resto de la prisión. Al módulo de madres, que es nuestro gran tesoro, la directora por ejemplo ya no va. Algo totalmente inhabitual. Todo cambia. Lo querías denunciar, pero veías a Maribel [Cabello] tan unida a la Pantoja que no te atrevías".
"En Semana Santa, en vez de enviarla a los talleres de dentro, le sacan el taller de azulejos a su módulo, para que ella no tenga que ir. No es habitual, pero a mí la verdad es que no me parece mal. Sobre las costureras, la Pantoja decide: 'Yo quiero a ésa, no quiero a esa otra'. Eso es lo más duro que te puede pasar, que la Pantoja mande más que tú. Pero estaba pasando. A esta niña la quitan, y ponen a otra. Cuando los funcionarios llamamos a una interna, con educación, debe venir. Llamas a una costurera de la Pantoja, y no viene porque dice que no viene porque 'estoy con doña Maribel'. Hombre, si está con la directora... 'No, que está con la Pantoja', te decían".
'Parecía un kie, pero era una enchufada'
"Parecía una prisión sudamericana y ella era como el kie, pero ni eso, porque el kie se busca las habichuelas y ella era una enchufada. Todo apoyado por la Dirección. Por ejemplo, al volver del permiso, donde se producen todas las irregularidades que se han contado, ella quiere tomar el cafelito en el taller y la funcionaria le dice que no, que está prohibido. Pantoja se enfrenta, le dice dos palabras y se va. La funcionaria primero se cohíbe, pero luego se va al módulo A a ponerle un negativo pero le aconsejan: 'No te metas en líos, te has ido de tu módulo y te van a perjudicar'. Lo que la Pantoja le había dicho era, delante de más gente: 'Ésta, que no me deja tomar café'. Eso con ella nos ha pasado a todos. Lo normal es ponerle un negativo. La funcionaria va al módulo A, la aparta, le dice: 'Mire usted, tiene un negativo', y ella se pone alteradísima a gritar, dice: 'Yo no te tengo por qué conocer, pero tú sabes muy bien quién soy yo'. Y mi compañera le dice: 'Tranquilícese', con mucho respeto. Y con muchos testigos delante".
"Justo antes de eso, hubo una reunión en la que los responsables se lo contaron todo a la subdirectora, a la que valoramos mucho. Isabel Pantoja ya diciendo cosas de las funcionarias, no se cortaba con los compañeros: 'Esto es el colmo, pero qué se han creído'. Ella estaba sembrando el odio de las internas, pero todas las internas han sido cacheadas como ella. ¿Qué se creía, especial? Claro, la estaba apoyando la dirección. Se creyó que era su cortijo, pero las internas aprecian mucho a las funcionarias y no quieren a la Pantoja. Tanto trato de favor se volvió en su contra, y es una bomba porque hay unas internas fuera del respeto [que no colaboran con las normas], que como un día se calienten... Como la Pantoja pase a fumar, diga una impertinencia y a las otras las coja cruzadas... Sabe dios".
"Lo pusimos todo en conocimiento de la dirección, pero no hicieron nada. Luego pasó lo del café. Se les dijo: 'Devolvedla al modulo A y que no vuelva a Interior, por la seguridad de todos'. No se hizo nada. Sus privilegios han sido constantes. Se le ha metido comida en la celda, de todo. Y, la verdad, no hubiéramos firmado el documento si la directora no hubiera salido en los medios mintiendo, atacando a unas compañeras que han actuado muy correctamente y han sido las únicas valientes que no le han tenido miedo a sus castigos. Lo que se ha firmado es verdad de lo primero a lo último, y la dirección lo sabe bien".
Las inspectoras que interrogan a los 56 funcionarios que firmaron contra la directora de la prisión orientan sus preguntas a desactivar la protesta, según fuentes sindicales
Buscan contradicciones e incluso preguntan a los trabajadores si alguien les ha forzado a firmar el documento contra Isabel Cabello, buscando abrir grietas entre los trabajadores
"¿Qué tratos de favor ha observado usted hacia Isabel Pantoja?". "¿Ha formado usted parte de reuniones con los jefes de módulo?". "¿Qué conocimiento pormenorizado tiene usted de la normativa?".
La guerra psicológica de los interrogatorios a los 56 funcionarios que han firmado un documento denunciando los privilegios de Isabel Pantoja en la prisión de Alcalá de Guadaíra lleva dos días desarrollándose en el penal.
Las tres inspectoras comenzaron a recoger declaraciones de los funcionarios desde el propio martes, cuando se anunció la apertura de una investigación reservada, y terminarán el viernes por la mañana, según fuentes penitenciarias aledañas al proceso.
Al decir de estas fuentes ajenas a los funcionarios críticos, y también de otras de Interior, los interrogatorios se orientan directamente, sin demasiado disimulo, a desactivar las protestas "como siempre ha pasado en estos casos", intentando dejar a los funcionarios "en evidencia", y convirtiendo sus denuncias en "quejas imprecisas y gaseosas".
Así, las interrogadoras intentan hacer caer en contradicción a los declarantes, y van variando sus preguntas con ese objetivo, mientras que los funcionarios también comparten la información para tratar de dar una versión lo más uniforme posible.
Lo habitual en estos casos
Fuentes sindicales remachan que ése es el proceder de manual en esta clase de crisis penitenciarias, habituales por otro lado, aunque pocas veces con la proyección mediática de una Isabel Pantoja en el ojo del huracán.
Los trabajadores, en cambio, quieren ver de la forma más positiva posible la llegada de la inspección, y le agradecen al ministro, Jorge Fernández Díaz, haberse tomado los hechos tan en serio como para enviar a unos funcionarios que, si vieran verosímiles las quejas, podrían incluso destituir fulminantemente a la directora, Maribel Cabello.
Las inspectoras también preguntan a los trabajadores, que están ratificando punto por punto las denuncias publicadas en EL MUNDO desde hace una semana, si alguien pudo firmar por ellos el documento con 56 firmas que acusó a la directora de mentir ante los medios cuando negó los privilegios de la tonadillera.
Buscarían así, según fuentes sindicales, romper el bloque formado por los funcionarios y abrir grietas para sembrar dudas entre ellos. Las conclusiones de la inspección podrían llegar en apenas una semana, según fuentes de Interior.
Las reclusas, en cambio, sí que han tomado partido por los trabajadores del centro. El martes, durante la comida, una presa se levantó y pidió un aplauso para los funcionarios que con ellas conviven cada día. La ovación fue cerrada con la práctica totalidad de presas en pie, como conoció en ese momento este diario y publicó posteriormente el sindicato Acaip. Las espadas siguen, pues, en todo lo alto.
La decisión se enmarcaría en el clima de alarma por el supuesto trato de favor a la cantante
La secretaria general de Instituciones Penitenciarias baraja el traslado a la prisión de Puerto III de la cantante Isabel Pantoja, tras la investigación reservada abierta en relación con el supuesto trato de favor denunciado por los funcionarios de la cárcel de Alcalá de Guadaíra, centro penitenciario donde la cantante cumple desde noviembre pasado su condena de dos años por un delito de blanqueo de capitales.
Fuentes próximas a Instituciones Penitenciarias han confirmado la posibilidad que se produzca este traslado en los próximos días e incluso han apuntado que en la prisión de El Puerto de Santa María ya estaría previsto incluso el módulo donde sería ingresada la tonadillera, el número 14, en el que Isabel Pantoja compartiría una celda con otra interna, al igual que ocurre en la cárcel sevillana.
Según las mismas fuentes, la cantante podría ser ubicada en una celda de la primera planta, que cuenta con una ventana que da al patio y a la carretera Jerez-Rota, donde se encuentra el centro penitenciario.
La decisión de Instituciones Penitenciarias podría producirse ante el "clima de alarma pública" generado tras las denuncias de un sindicato penitenciario sobre los supuestos privilegios que Isabel Pantoja tendría en la cárcel sevillana, donde además una denuncia de este tipo genera un problema y una fractura de la convivencia del personal penitenciario y de la población reclusa del centro.
El traslado de la interna, según comentaron las mismas fuentes, podría ser interpretado como una desautorización a la directora de la cárcel o incluso a los funcionarios denunciantes, pero en cualquier caso supone suprimir el factor que genera esa situación polémica dentro de la cárcel.
El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, abrió la semana pasada una investigación reservada para determinar si ha existido ese supuesto trato de favor a la artista. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, no quiso pronunciarse sobre el caso, apelando a que la investigación debe hacerse "con independencia, imparcialidad y sin presión", si bien precisó que el sistema penitenciario español "tiene controles muy estrictos para impedir que se puedan producir tratos de favor a nadie, ni lo contrario".