A mí también me han contado esa historia, y como tengo un 307 también ando mosca detrás de la oreja, pero hasta la fecha sin problemas.
Eso sí, por si acaso ahora procuro conducir un poco más acelerado de lo que a mí me gusta, para evitar que genere más humos de la cuenta.
Por lo demás, mi regla de oro: dentista, médico, mecánico y peluquero. Cuando des con uno de confianza y estés a gusto, NO LO CAMBIES.