Lo esperaba, aun así, el puñetazo le derribo hasta golpear la pared a su espalda. Ernesto le miraba desde arriba, mientras se acariciaba los nudillos enrojecidos.
-¿Ya estas contento?- jadeó Roberto desde el suelo- ¿Te sientes mejor ahora?
-No tanto como me sentiría rompiéndote la cara… -sentenció Ernesto- ¿pero de que serviría?… el daño ya esta hecho… ella se va…
Apoyado en el muro y recuperado del golpe, Roberto se encaró al otro.
- ¿y que querías que hiciera? ¿Romperle una pierna?. ¿secuestrarla?… -agarrado a su camisa le grito- ¡Dime que tendría que haber hecho!
-Decirle que la querías… decirle que no se fuera… -jadeo Ernesto- si lo hubieras dicho… si se lo hubieras pedido.. -
-¿Después de lo que hice Ernesto?… ¿como podía mirarla a la cara?… - Roberto le soltó y golpeó furioso la pared- Lo estropee todo en ese momento, todo… ¡Ella se va para olvidarme!-
-Eres aún mas idiota de lo que creía… -con un suspiro Ernesto apoyo su mano en el hombro del otro- ¿Que ella se va para olvidarte?, pués claro que si… se va por que no soporta verte cada día, no soporta encontrarse contigo en cada pasillo mientras tu la ignoras y le das la espalda. Ella cree que te arrepientes de ese día…
-¿Ella… ella cree eso?- Roberto sintió sus mejillas húmedas por las lágrimas de su pena- Entonces sin suda ya le he perdido para siempre… para siempre…-
-no, no me has perdido- la voz de ella, marcada por las lágrimas, surgió a su espalda-
-Pero tu.. tus maletas… tu viaje…–musitó Roberto viendo sus maletas preparadas junto a la puerta- ¿Que haces aquí?.. -
-Nuestro avión no salía hasta dentro de dos horas y Ernesto me pidió que viniese…- Respondió ella limpiándose las lagrimas con un pañuelo-
-¿Ernesto tu…?-
-Eres un idiota Roberto… aún asi eres el idiota al que ella ama y mi amigo… - reconoció Ernesto tras acercarse a la puerta y despedirse ella con un fugaz beso al recoger su maleta- Que seais felices… os lo mereceis tontos…-
Así el les dejo a solas, con sus sentimientos y sus verdaderos deseos….