Lo de Denis Dyack y los suyos es de traca, ¿eh? No sé si ya se os había olvidado, pero Silicon Knights demandó a Epic Games porque su Unreal Engine 3 no tiraba como se esperaban; perdieron mucha pasta para hacer que funcionara correctamente en esa soberana castaña llamada Too Human. Sí, sí, el juego era nefasto a todos los niveles, pero por culpa, decían ellos, por culpa del motor gráfico más famoso de la generación, utilizado hasta la saciedad con resultados —en general— más que notables.
Evidentemente, la artimaña de los canadienses no ha funcionado. Aunque todavía no hay resolución, leo en The Escapist que el juez ha desestimado el testimonio del analista que había traducido en dólares el daño hecho a la pobrecita desarrolladora. Al loro, que no tiene desperdicio:
Pérdida de royalties por el descenso de las ventas (6,2 millones de dólares)
Pérdida bonus de la distribuidora (750.000 dólares)
Pérdida de royalties complementarios (810.000 dólares)
Pérdida de los beneficios que darían las secuelas (más de 16 millones de dólares de Too Human II y más de 14 de Too Human III) y de otro juego para SEGA, The Ritualyst (8 millones de dólares)
Coste de desarrollo de un nuevo motor gráfico (2,3 millones de dólares)
Compensación económica por por el daño a la reputación de Silicon Knights (8,9 millones de dólares)
58 kilos del ala, en total, que en principio se quedarán en los bolsillos de Mike Capps y los suyos. Y yo que me alegro, aunque no sea políticamente correcto decirlo. De todos modos, espero en nombre de los lulz, que tengan también una excusa para lo que han hecho con el lamentable X-Men: Destiny.
Como curiosidad, cuando SEGA canceló The Ritualyst (
o The Box) el proyecto pasó a THQ, que no tardó en hacer lo mismo. Poco ayudó
el dinero del iluso gobierno canadiense.