Noto la fuerza errante, en falso, que irradian tus brazos al rodearme. Siento el resplandor de la estrella fugaz en mi interior. Quema el fuego de tus ojos lo justo para amarte.
Me embelesan, tus labios, cuando me rozan, cuando me besan, cuando me hablan. Cuando sonríes, cuando pronuncias las primeras palabras de la mañana, me embelesas, me atrapas de nuevo en la magia.
No importa nada, me importa un comino el alrededor, no me movería ni aunque los muebles cambiaran de color si en mi pecho apoyas tu cabeza dejándote endulzar con caricias y besos, qué bonita imagen para foto.
Te odio, porque hoy no has querido follar conmigo. Ahms no, que se dice hacer el amor. Perdona si ya la he vuelto a liar. Te odio, porque me he tenido que masturbar viendo una peli porno. Te odio, porque a veces no entiendo nada.
Lo peor de todo es, que dentro de unas horas, cuando despiertes, volverás a embelesarme. Y volveré a sentir la fuerza errante.
¿O quizás sea lo mejor?