Era una nueva tendencia que se estaba dando hasta hace pocos años, sobre todo en cine independiente, tipo "coming-of-age" o "slice of life", como Lady Bird. Yo hace tiempo que no me topo con películas de estas, así que supongo que es una moda que ha vuelto a su ritmo habitual. Pero hace unos años anda que no salían películas así, acabé aborreciéndolo.
También hay que decir que hay películas que están bien si saben como hacerlo, que sea el espectador quien decida cómo acaba (p.ej, Origen). Te hacen reflexionar y pensar. Pero dejar un final abierto sin propósito, ni moraleja ni incertidumbre, es de una pedantería pseudo-alternativa que más que aportar, le resta a la cinta.