Las tempranas estimaciones de 13,9 millones de dolares de beneficios para el presente año fiscal de Sega han sido modificadas, dando como resultado una nueva estimación de nada más y nada menos que 204,6 millones de dolares (unos 40.000 millones de pesetas) de pérdidas.
Sega atribuye estas enormes pérdidas a la reciente decisión de abaratar el precio de venta de la DC para poder competir agresivamente con su rival la PS2. Sus ventas ya eran buenas antes de bajar el precio, pero querían lograr los 10 millones de unidades vendidas para marzo del 2001, y teniendo en cuenta que según dicen con el anterior precio ya perdían casi 10 dolares con cada consola vendida, podéis imaginaros el resultado de la bajada. Si estos datos son reales, parece más que comprensible la enorme preocupación de Sega ante la piratería, pues principalmente en la venta de juegos estarían sus espectativas de ganancias.
Total, que el año pasado hubieron también pérdidas multimillonarias (397 millones de dolares), las cuales obligaron a dimitir al presidente de Sega, por lo que ya han empezado a plantearse nuevas, y también sorprendentes, estrategias de negocio. Y digo sorprendentes porque la primera de ellas consiste en comenzar a vender sus juegos también a las consolas de la competencia, aunque no han querido especificar a cual (o cuales) de ellas. La segunda nueva estrategia de negocio, también parecida, se basa en licenciar la tecnología de diseño de la DreamCast a fabricantes de ordenadores, equipos multimedia y teléfonos móviles, para así poder aumentar la compatibilidad entre PCs y otros periféricos. Vamos, que Sega tiene la intención de sacar dinero de donde sea, aunque tengan que vender al mismísimo Sonic .