Usted me disculpe, maese g-nesix. En un momento azorado me hallaba, porque harto soy de ese perillán que destroza con sus miembros tal objeto de valor, pese a no ser suyo!. Por eso, Dios maldiga a ese canalla que tiene el valor y el arrojo de crear entuertos a mi grabadora y no dar su faz la luz. Que se levante ante las masas y exclame: !yo fui, bribón! y los demás le haremos fosfatina y después bailaremos, cantaremos, y, en honor a su muerte, haremos el amor con bellas manzebas (o mozos, según cada cual) y comeremos albricias y maná!
¿mejor?