Bueno, juego terminado. Ahora a ir de cabeza a por el NG+.
Dejo mis impresiones finales, tocho incoming:
No encuentro ni una sola razón para que no me encante este juego.
Jugablemente es mucho más agradable que los anteriores. Para mi gusto ha mejorado muchísimo la experiencia que dejaran Mementos como dungeon aleatoria y los palacios como la manera de avanzar en la historia. Cosas como la Adivina (para fortalecer S.Links a cambio de pasta, etc.) me ha parecido muy, muy útil, y a diferencia de lo que me esperaba, el sistema de negociación no se me ha hecho cargante como el de P2: Innocent Sin. Y lo mejor, me parece acertadísimo que se hayan librado de ese diseño tan genérico y anodino de los enemigos de las anteriores entregas y hayan usado a los persona como tal.
La dirección artística espectacular, y eso que cuando vi el tráiler y vi por dónde iban a tirar con el tema de los ladrones de guante blanco no me hizo mucha gracia, pero supongo que está tan cuidado, las dungeon son tan diferentes entre sí y en general está tan bien recreado que no tengo ni una sola queja. Visualmente es chulísimo, nada más que decir.
La BSO me ha sorprendido gratamente y no me esperaba mucho. En cuanto a esto debo explicar que no soy NADA fan de la música de los anteriores persona. De hecho es la única razón por la que me daban ganas de dejar de jugarlos, porque después de 20 horas, estás del Baby, baby y de la canción del pueblo de p4 hasta el mismísimo moño xD
Mención especial a la canción que suena en Leblanc de noche y el tema de cuando vas a robar el tesoro en los palacios, me encantan.
El doblaje en inglés correctísimo (sí, lo he jugado en inglés al igual que el resto de la franquicia), y me ha gustado muchísimo. Algún personaje me chirriaba un poco (generalmente algún personaje muy secundario como el Tower S.Link). Aunque en este aspecto nunca he tenido queja, me encantó el doblaje en inglés del P4 original de PS2 y lo mismo puedo decir de este.
En cuanto historia,
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Para terminar y en relación con la historia, los personajes.
Y nada más, a disfrutar de lo que me queda y a esperar al siguiente.