Es conocida por todos la animadversión de Philips hacia las protecciones de Audio, que vulneran los standards que la compañía fijo junto con Sony en su momento. Ya hace semanas, anunció que estudiaba tomar una serie de medidas para evitar que estos CDs siguiesen saliendo al mercado, y ahora llega la primera.
A partir del 1 de julio, Philips recompensará a las factorias que dupliquen CDs sólo de acuerdo con las especificaciones definidas en el Libro Rojo. La recompensa será una reducción del royality impuesto por cada CD de Audio estampado, que pasaría de ser 0.03 $ a 0.0175 $, una cifra diminuta a simple vista, pero muy respetable si tenemos en cuenta que una factoria puede sacar miles de discos diariamente. De esta forma, Philips se asegura de que las factorías que ya cumplían con el standard lo sigan haciendo y de paso endulza los labios a las que protegían los discos que duplicaban.
