Phixius:
Cambia, todo cambia, y no hablo del gran cambio, pues ese hace años lo supimos inevitable,
hablo del pequeño, son minucias, que pasan desapercibidas si no miras con astucia,
simplemente y en un momento, al volver la vista atrás, ves que todo cambió, otro campo, misma lucha.
Es el sabor de tu café por la mañana, tu mesa, tu silla y hasta las patas de tu cama,
es el aire, el viento, el sentir de cada momento, que ahora te hace sentir casero, y huésped al mismo tiempo.
¿De quién es la culpa, me preguntas?
Pues yo creo de esa zorra, mal llamada la rutina, que te da la tranquilidad, y cuando menos te lo esperas, ZAS, sientes que te descuartiza, vaya si es un arma, y de las de doble filo, pues te lleva del control, a las noches en vilo.
Pero de nada sirve oponerse, pues no hay tal guerra en esta lucha, y cuando menos te lo esperas vuelve, y el espejo, te muestra tu retrato, todo vuelve a ser tuyo, hasta lo que un día fue extraño, el humo, el polvo, y hasta la horma del zapato.
Y así vivimos, ¿nuestro mundo?, este mundo siempre extraño, que hoy te pone patas arriba lo que hasta ayer estuvo de canto.