Niñatos, los ponía a costearles unas vacaciones pagadas a las camareras a base de servir copas y fregar el bar, desde las potadas del baño hasta los suelos pasando por supuesto por la mierdecilla grasienta de debajo de las cámaras frigoríficas, a ver si así se dan cuenta de lo que realmente vale el dinero que robaron, y lo que significa dejarse los callos para que sea el amo el que se gana una pasta gansa.