mis dos mejores noches viejas fueron en casa con los amigos jugando a las cartas, al domino, al monopoly o palé y más juegos de mesa, había uno que se llamaba 31 días. ... y no se me olvida.
las demas un desastre. se supone que ya eramos muy mayores para eso y había que salir de parranda por ahí . y a mi pues no me va. no me gusta el bebercio ni estar de pie apretujao y atronao de musica horrenda.