Como coleccionista jamás me plantearía vender una consola y sus juegos para pagarme otra.
Sobre Micro, a mi me empieza a dar un poco de pena, lo digo en serio. Pienso en todos esos pobres hombres trabajando en la maquina, ilusionados por enseñar el retoño al mundo, y ahora tienen a medio internet cabreados y al otro medio descojonandose en sus caras. Es una humillación global. Yo no sé como encajaría semejante ostia.