Bueno....al final me he decidido a poner esto. Si habéis estado leyendo mis posts, sabréis que mi poeta favorito es Juan Ramón Jiménez, y ya que por aquí se han comentado algunos libros, me gustaría hacer lo mismo con alguna poesía , empezando por Juan Ramón. Ésta es, sin duda, la más hermosa y mejor trabajada que he leído nunca.
Antes de que empecéis a leer el poema, me gustaría situaros un poco en el marco histórico en que se escribió, porque la cosa tiene su miga. Pues resulta que un buen día unos poetas peruanos (debían estar muy aburridos), decidieron mandar una carta a Juan Ramón haciéndose pasar por una tal Georgina Hübner, en ella plasmaba la ferviente admiración que sentía por sus trabajos. Jiménez, complacido, invitó a la joven a cartearse con él, y así, poco a poco, fue surgiendo una profunda relación en la que sólo importaban las palabras de sus cartas. Finalmente Juan Ramón acabó enamorándose perdidamente de su imaginada Georgina, y mandó un mensaje a su amor en el que expresaba sus deseos de embarcarse al día siguiente para Sudamérica, con la intención de unirse en matrimonio con la que él consideraba su alma gemela. Los poetas peruanos, que no querían ser descubiertos, pensaron que ya se habían divertido lo suficiente, y mandaron una última carta a Juan Ramón; estaba firmada (falsamente) por el cónsul de Perú, y en ella le comunicaban que su amada había muerto. Tras esto, Jiménez escribió el más bello poema que una pluma puede concebir, un poema a la muerte de su esperanza, un poema a la muerte de su corazón:
CARTA A GEORGINA HÜBNER
EN EL CIELO DE LIMA
El cónsul del Perú me lo dice: "Georgina
Hübner ha muerto..."
¡Has muerto! ¿Por qué?, ¿cómo?,
[qué día
¿Cual oro, al despedirte de mi vida, un ocaso,
iba a rosar la maravilla de tus manos
cruzadas dulcemente, sobre el parado pecho,
como dos lirios malvas de amor y sentimiento?.
...Ya tu espalda ha sentido el ataúd blanco,
tus muslos están ya para siempre cerrados,
en el tierno verdor de tu reciente fosa
el sol poniente inflamará los chuparrosas...
Ya está más fría y más solitaria La Punta
que cuando tú la viste, huyendo de la tumba,
aquellas tardes en que tu ilusión me dijo:
"¡Cuánto he pensado en usted, amigo mío!...".
¿Y yo, Georgina, en ti? Yo no sé cómo eras,
¿morena?, ¿casta?, ¿triste? ¡Sólo sé que mi pena
parece una mujer, cual tú, que está sentada,
llorando, sollozando, al lado de mi alma!.
¡Sé que mi pena tiene aquella letra suave
que venía, en un vuelo, a través de los mares,
para llamarme "amigo"..., o algo más..., no sé..., algo
que sentía tu corazón de veinte años!.
-Me escribiste: "Mi primo me trajo ayer su libro..."
-¿Te acuerdas?-Y yo, pálido: "Pero...¿usted tiene
[un primo?".
Quise entrar en tu vida y ofrecerte mi mano
noble cual una llama. Georgina...En cuantos barcos
salían, fue mi loco corazón en tu busca...;
yo creía encontrarte, pensativa, en La Punta,
con un libro en la mano, como tú me decías,
soñando, entre las flores, encantarme la vida!...
Ahora, el barco en que iré, una tarde, a buscarte,
no saldrá de este puerto, ni surcará los mares;
irá por lo infinito, con la proa hacia arriba,
buscando, como un ángel, una celeste isla...
¡Oh Georgina, Georgina!, ¡Qué cosas!..., mis libros
los tendrás en el cielo, y ya le habrás leído
a Dios algunos versos...; tú hollarás el poniente
en que mis pensamientos dramáticos se mueren...:
desde ahí, tú sabrás que esto no vale nada,
que, salvando el amor, lo demás son palabras...
¡El amor!, ¡el amor!. ¿Tú sentiste en tus noches
el encanto lejano de mis ardientes voces,
cuando yo, en las estrellas, en la sombra, en la brisa,
sollozando hacia el Sur, te llamaba: Georgina?.
¿Una onda, quizás, del aire que llevaba
el perfume inefable de mis vagas nostalgias,
pasó junto a tu oído?.¿Tú supiste de mí
los sueños de la estancia, los besos del jardín?.
¡Cómo se rompe lo mejor de nuestra vida!.
Vivimos..., ¿para qué?.¡Para mirar los días
de fúnebre color, sin cielo en los remansos...,
para tener la frente caída entre las manos!,
para llorar, para anhelar lo que esté lejos,
¡para no pasar nunca el umbral del ensueño,
ah Georgina, Georgina!, ¡para que tú te mueras
una tarde, una noche..., y sin que yo lo sepa!.
El cónsul del Perú me lo dice: "Georgina
Hübner ha muerto..."
Has muerto. Estás, sin alma, en
Lima],
abriendo rosas blancas debajo de la tierra...
Y si en ninguna parte nuestros brazos se encuentran,
¿qué niño idiota, hijo del odio y del dolor,
hizo el mundo, jugando con pompas de jabón?.
uffffffff, vaya pedazo de poema. Sobre todo me quedo con la parte de: "tú hollarás el poniente en que mis pensamientos dramáticos se mueren...: desde ahí, tú sabrás que esto no vale nada, que, salvando el amor, lo demás son palabras." Qué razón tienes, amigo
No sé si hago bien en poner esto aquí, pero ya que es un foro de literatura he pensado que no sólo se trata de intentar ser un genio, sino de leer a otros genios; y no me refiero únicamente a Nayk, Baco, Ninguno, Cragor y compañía (aunque, para mí, todos sois algo más qiue genios, chicosXD