Siento rabia,
siento rabia de que arrincones mi poesía,
mis ojos se enojan al ver tu avaricia sabia,
siento rabia de que la prives de la luz del día.
Mi poesía es para la gente,
no como tu poesía avariciosa,
narcisista, meticulosa;
esperando estás a que escriba,
para arrebatarla, enterrarla,
dejarla sobre una silla ruinosa.
¿Es tal, la rabia que sientes cuando escribo?
¿Es tal, ese sentimiento amarillento
que te impulsa a arrancar de mi mano la pluma,
lo que te mueve a hacerme ir más lento,
esa rabia que te abruma
que mantiene tu envidia ardiente, tu odio vivo?
¿No puedes reconocer,
como reconozco yo,
cuando un jilguero canta bien
en vez de tirotearle la sien?
Tu ira de nuevo te impulsó,
la cuchara se vuelve a torcer.
Estás perdido, Narciso,
perdido en tu mundo de egocentrismo,
perdido en tu imagen, en tu cinismo;
que sepas, Narciso, que los demás también escriben
y que no siempre escriben para sí mismo
en avariciosa poesía, en poesía que
no acepta a la demás poesía, pues su avaricia y su niñez
no le dejan ver ni valorar el papel de los demás,
"simple papel, lápiz que se puede borrar"
es lo que piensas cuando les lees,
pero sabes que no es verdad...
Algún día te ahogarán tu codicia y tu vanidad.