Un rayo estalla en el horizonte
con su ráfaga de luz;
un camino de bifurcaciones
que se estremece en el cielo
e ilumina los rostros
sólo un instante...
El rayo de estos ojos, flamígeros,
que consumen las cortezas arbóreas
en las nocturnas tormentas.
El relámpago de estos ojos,
ionizados,
descarga su luz sobre mi tierra.
El rayo que aterriza
en el ombligo arenoso y entierra
profundamente, toda su fuerza.
La tormenta marítima de tus ojos
que azota las costas de mis caderas
ya cansadas, ya dadas, ya tuyas
como la playa, la arena...