A través de los cristales,
una imagen paró el tiempo.
Se hizo el silencio,
la cerveza se volvió amarga,
murió la esperanza.
Ahora sé que tienes marido,
que sigue viva la pasión.
Todo está perdido,
hasta la mas mínima ilusión
de poder conocer tu nombre.
Tu mirada, tu tacto,
tu sonrisa, tu consuelo,
ya no pertenecen a mis sueños.
Tu encanto, tu pelo,
tu aroma, tu nombre,
pertenecen a otro hombre.
Tu tristeza, tu aliento,
tus tesoros, tus secretos,
Hoy se los regalo al viento.
Tu alegría, tu voz,
Tus vestidos, tu escritura,
el destino y sus travesuras.
El famoso helado de fresa
se derritirá con el recuerdo,
Su sabor ya no sería el mismo
degustándolo en tu ausencia.