La poesía hay que aprender a leerla. Liberarse de muchas y afrontar el poema dispuesto a percibir algo. Tal vez una imagen, tal vez un sentimiento, tal vez simplemente la impresión de caos...
Hay poetas que tras una aparente sencillez ocultan un virtuosismo y manejo del lenguaje increíble... otros esconden tras una maraña de palabras o metáforas inalcanzables un simple vacío... no sé.
En mi caso, me gusta la poesía aparentemente sencilla, la que casi cualquiera puede leer pero que luego, según hayas aprendido más o menos a leerla, encuentras más cosas o menos. Casos como Bécquer, Benedetti, el Neruda de los 20 poemas de amor, Ángel González y su estilo casi barriobajero a veces... Cernuda, los hermanos Machado...
No soy lector de poesía, pero esos autores los he leído con mucho gusto y cuando te paras y descubres lo que hay tras cada verso o incluso entre dos versos, es una gozada.