Hombre, recojo el guiño encantado, claro que sí. Cuando escribo trato de olvidar los principios -estilísticos- y si me siento más cómodo escribiendo sin rima es por esa forma de escribir que todos llevamos. Podríamos hacer una prueba: escribir poemas anónimos, y a ver si somos capaces de reconocernos los unos a los otros: yo creo que estaría muy claro.
Pocos poemas hago con rima, es la torpeza típica que me caracteriza. Pero no hay mayor placer que reinventarse a uno mismo, y las (pocas) veces que se logra, es un placer.
El poema me ha gustado más en su parte final, digamos la segunda mitad, donde a mí me ha gustado más el fluir de las líneas. La primera parte me gusta, pero se me ha hecho más densa. Te debo una...