informe mundial de oxfam sobre la pobreza
Por cada dólar que los países más pobres reciben de ayuda, deben devolver 1,47
·pagan cien millones de dolares al dia | mientras el pago de su deuda externa aumenta, los gobiernos donantes han reducido su financiacion a los niveles de la decada de los sesenta
El montante de dinero que los países ricos invierten en la reducción de la pobreza mundial equivale al precio de una taza de café semanal de cada uno de sus habitantes. No es de extrañar que, por ejemplo, Zambia tenga que dedicar más dinero a pagar su deuda externa que a la educación de sus escolares. La organización internacional Oxfam ha publicado un duro informe titulado «Pagar el precio» sobre la pobreza mundial y el hecho de que al ritmo actual no se cumplirán los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015. La ayuda a los más pobres ha caído a los niveles de los años sesenta.
LONDRES
El continuado incumplimiento por los países ricos de sus compromisos de ayuda al desarrollo condena a la muerte prematura a millones de niñas y niños en el mundo e impedirá erradicar de aquí al año 2015 el hambre y la pobreza extremas, dos de los Objetivos del Milenio de la ONU. Esa es la denuncia que hace la organización humanitaria británica Oxfam en un informe según el cual mientras los países pobres tienen que devolver 100 millones de dólares al día como pago de su deuda, los ricos han reducido sus asignaciones para ayuda al desarrollo a la mitad de los niveles que ésas alcanzaban en 1960.
El año pasado estos países devolvieron un total de 39.000 millones de dólares, mientras que sólo recibieron 27.000 millones en ayudas. Esto significa que por cada dólar que reciben deben pagar 1,44 dólares a sus acreedores.
De no tomarse medidas urgentes, advierte Oxfam, 45 millones más de niños morirán en el año 2015; 97 millones más no estarán escolarizados, y 247 millones más de personas del Africa subsahariana se verán obligadas a vivir con menos de un dólar al día.
«El mundo nunca ha tenido tanta riqueza, pero los países ricos dan cada vez menos. En todo el globo, millones de personas ven negado el derecho a las necesidades básicas como el agua potable, la comida, las atenciones sanitarias o la educación», criticó Jeremy Hobbs, director ejecutivo de Oxfam.
La responsabilidad del G-8
Con motivo de la publicación del informe, Oxfam hizo un llamamiento a los jefes de Estado o de Gobierno de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Gran Bretaña, que forman junto a Rusia el llamado G8, para que den un paso histórico. Este movimiento consistiría en cancelar en su totalidad la deuda de los países pobres, tanto la bilateral como la contraída con el Banco Mundial o el Banco de Desarrollo Africano, aumentar simultáneamente su ayuda al desarrollo y tomar una serie de medidas para que el comercio mundial sea más justo que en la actualidad.
El G8 y otros países donantes deberían proveer más ayuda y de mejor calidad y aportar además un mínimo de 50.000 millones de dólares en calidad de ayuda urgente.
El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional deberían a su vez cancelar también el cien por ciento de la ayuda de los países más pobres cuando ello sea necesario para alcanzar los Objetivos del Milenio, además de restringir la condicionalidad de sus préstamos y donativos.
Según denuncia Oxfam, pese a que en 1970 los países ricos se comprometieron a dedicar a ayuda al desarrollo un 0,7% de su Producto Interior Bruto, treinta y cuatro años después, ningún miembro del G8 ha cumplido lo prometido. Tan sólo
cinco de los 22 países donantes de la OCDE han cumplido con ese compromiso. Durante este año, sólo el Estado español y Gran Bretaña han establecido plazos para alcanzar ese 0,7%, «mientras otros donantes parecen no tener prisa», prosigue.
Al ritmo actual, Canadá, Estados Unidos y Alemania no cumplirán los objetivos de la ONU hasta los años 2025, 2040 y 2087, respectivamente. Los 120.000 millones de dólares adicionales que tendrían que aportar cada año los países ricos para alcanzar el porcentaje al que se comprometieron equivale sólo a una cuarta parte de lo que el mundo se gasta en publicidad y a un sexto de lo que dedica a defensa.
El informe denuncia la falta de cumplimiento por parte de los países más ricos de los compromisos adquiridos en 2000. Ese año, 189 países se comprometieron ante las Naciones Unidas a reducir a la mitad, en 2015, el número de personas que viven en la extrema pobreza, dicho de otra manera, con menos de 1 dólar al día. Para ello, los países adoptaron un paquete de medidas conocidas como Objetivos de Desarrollo del Milenio, cuyo primer objetivo (conseguir el acceso universal para las niñas a la educación primaria y secundaria en 2005) está muy lejos de alcanzarse.
Cinco años desperdiciados
«A tan sólo tres semanas para el inicio de la cuenta atrás, todo apunta a que se han desperdiciado cinco años imprescindibles para conseguir reducir la pobreza en el mundo», afirmó ayer la responsable de la campaña de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Intermón Oxfam, Marta Arias, citada en el comunicado. «Si los países más ricos no cambian la tendencia actual y se comprometen, las consecuencias serán devastadoras», advirtió.
De continuar la tendencia actual, no se alcanzará ninguno de los Objetivos del Milenio, asegura Intermón Oxfam. «Tan sólo uno, reducir a la mitad la pobreza, tiene alguna posibilidad de éxito, y ello sólo debido a los avances registrados en países como China e India con gran índice demográfico, que enmascaran el empeoramiento de la situación de pobreza que se registra en otros lugares, especialmente del Africa Subsahariana, donde la situación es ya dramática», afirma la ONG.
Según Intermón Oxfam, el año 2005 presenta tal vez «la última oportunidad» de cambiar esta situación. Al respecto, recuerda que estos temas se discutirán en la cumbre del G8, en la sesión especial de las Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio y en la conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
«A menos que los líderes mundiales actúen ya y tomen decisiones que cambien el rumbo de la lucha contra la pobreza _señaló la portavoz de Intermón_, el próximo año podría terminar en un fracaso vergonzoso».
Cancelación total de la deuda
Los países donantes de la OCDE deben cancelar el cien por cien de la deuda de los países más pobres donde el alivio es necesario para permitirles alcanzar los Objetivos del Milenio: tanto la deuda bilateral, como las deudas con el banco Mundial y el Banco Africano de Desarrollo.
50.000 millones de dólares adicionales
Los países donantes de la OCDE deben proporcionar al menos 50.000 millones de dólares adicionales en ayuda de manera inmediata y establecer en 2005 calendarios obligatorios para asegurar que el objetivo de destinar a la ayuda el 0,7% de la renta nacional es alcanzado por los países donantes en 2010.
Uso de las reservas de oro del FMI
El Banco Mundial y el FMI deben cancelar las deudas de los países más pobres, financiando esta medida revalorizando las reservas de oro del FMI y utilizando los recursos que se generan con ello, unos 30.000 millones de dólares. El FMI dispone de la tercera mayor reserva de oro del mundo.
Compromiso de los países beneficiarios
Los gobiernos de los países en desarrollo deben demostrar su compromiso con la reducción de la pobreza cumpliendo la recomendación de Naciones Unidas de destinar el 20% del presupuesto público a los servicios sociales básicos y dirigir de forma transparente el dinero.
Condonar la deuda de los que menos tienen no sale tan caro
El precio por cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU no resulta caro, como podría pensarse. Según Oxfam, cancelar la deuda de 32 de los países más pobres supondría unos 1.800 millones de dólares anuales durante la próxima década, una media de 2,10 dólares al año por persona de cada uno de sus ciudadanos. Otro tanto ocurre cuando hablamos del 0,7%, algo irrisorio si se tiene en cuenta que cada año los consumidores de todo el mundo gastan 33.000 millones de dólares en cosméticos y perfumes. Si todos los gobiernos ricos cumplieran con el acuerdo del 0,7%, se generarían 120.000 millones de dólares. -
Uno de cada tres programas de ayudas llega con retraso
GARA
LONDRES
Oxfam está convencida de que la ayuda internacional funciona cuando se lleva a cabo de manera efectiva, como cuando se dedican más de cien millones de dólares desde finales de los sesenta para erradicar por completo la viruela una década después. O para proporcionar que los menores de Tanzania, Uganda, Malawi o Zambia vayan a la escuela. ¿Qué hubiera sido de los 16 estados europeos que recibieron de EEUU ayudas por valor de más de 75.000 millones de dólares actuales tras la Segunda Guerra Mundial?
Pero no todo funciona bien. Unas veces, la ayuda se politiza y así no extraña que la Polinesia francesa o Nueva Caledonia sean dos de los principales receptores de la ayuda francesa, o que Israel lo sea de EEUU. O que Dinamarca,Japón y Australia exijan «combatir el terrorismo» como objetivo explícito de los programas oficiales de ayuda.
Las más de las veces la carga de la gestión y la incertidumbre del reparto de la ayuda generan a los países receptores una carga añadida de trabajo que difícilmente sobrellevan. Una investigación de Oxfam llevada a cabo este año en once países en desarrollo reveló que en el 52% de los casos, los procedimientos suponen que los funcionarios tengan que gastar «demasiado» o «excesivo» tiempo en informar a los donantes. También desveló que los gobiernos receptores deben habituarse a los retrasos en la ayuda prometida, y es que sólo en uno de cada tres casos llega a tiempo, siendo la Unión Europea la que peor imagen tiene en esta faceta. Finalmente, el estudio constata que «hoy puede haber ayuda, pero mañana puede haber desaparecido» y es que en el 70% de los casos, los donantes comprometen su ayuda por tres años o menos, «a pesar de que para garantizar toda la educación primaria a una generación de niños y niñas se necesitaría financiación durante seis años».
Pero Oxfam también incide en sus críticas en las exigencias que acompañan los gobiernos donantes a sus ayudas. Por ejemplo, la financiación del Banco Mundial obliga a Etiopía a aplicar unas 80 reformas políticas cada año, y a Tanzania unas 78. «Tales condiciones rara vez se basan en evaluaciones independientes de su impacto sobre la gente que vive en la pobreza», denuncia esta organización.
espero que este hilo no genere polemica
quiza tenga que evr esto en la inmigracion???
http://www.gara.net/idatzia/20041207/art91433.php