"por que mis hijos no volveran a jugar" en PlayStation 3

Addiction 21 mar 2009 16:37

Quemando EOL!

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en Cornelianus

Un padre que le compra la wii a su hijo, pero descubre cosas horribles sobre la wii, os recomiendo leerlo entero, no tiene desperdicio hay cosas que parecen de chiste o de broma pero es real:

Cita:
Nintendo es una compañía fundada en 2006 que creó una nueva forma de jugar – juegos familiares. Antes de que Nintendo apareciera con su primera consola, sólo conocíamos a Microsoft y a Sony, que fueron quieren inventaron los videojuegos con sus consolas Playing Station y GameCube respectivamente. Cuando ellos dos dominaban el mercado, los videojuegos eran extremadamente violentos y sólo eran disfrutados por picópatas y violadores. ¿Sabíais que la masacre de Columbia ocurrió por culpa de los videojuegos? Lo sé porque Martha, la vecina de al lado, me dijo que una vez había oído a un tipo por la tele que lo decía. Las evidencia es aplastante.

Por supuesto, no les permitía jugar a mis hijos videojuegos como Grand Theft Auto, en el que ganas puntos comiéndote a prostitutas vivas. Como un buen padre que quiere a sus hijos, considero que la única forma de prepararles para cuando sean adultos es protegerles de la realidad. Lo mejor que puede hacer un joven para sobrevivir en un mundo lleno de violencia, crimen y tragedia es que se larguen de casa a los dieciocho, sin saber nada del mundo y con el desarrollo emocional de un niño de cinco años. Por eso pienso educar a mis hijos en una burbuja apartada de la sociedad, sin saber que la violencia existe hasta que tengan un cuchillo peligrosamente cerca del cuello.

Pero después de ver a la Nintendo Wii en televisión decidí darle una oportunidad, sobretodo porque algunos famosos dijeron que les gustó, y disfruto copiando a los famosos e intentando ser como ellos. El golpe final vino cuando me enteré de que todo el mundo estaba comprando una, y aunque no había jugado a ningún videojuego en mi vida y sólo conocía la existencia de la Wii desde esa misma mañana, decidí que era lo que más me gustaba en el mundo y que era un gamer. Ser influenciado por los videojuegos está mal, pero serlo por los famosos y gente que no conozco está bien.

Cuando mi familia vio que su padre llegaba a casa con una Wii, estaban eufóricos. Soy popular con mis hijos, más que nada porque intentar ser su amigo es mucho mejor que intentar ser su padre. Por eso siempre me aseguro de echarles a culpa a otras cosas cuando hacen algo mal. Si les regañara, no les gustaría durante unas horas, y eso es algo que no me puedo permitir.

Por fin había encontrado algo con lo que disfrutar con mis hijos durante nuestro tiempo en familia, y además, durante los otras 23 horas y 54 minutos del día en los que NO quiero estar con mis hijos, la Wii también actuaba como un segundo padre. Podía dejarlos con la Wii todo el día, sin tener que hacer cosas extremadamente difíciles, como vigilarles o tener que pensar en ellos, con la convicción de que la Wii y sus juegos aptos para todos harían el trabajo por mí. Después de todo, ya no es como en los viejos tiempos: cuando era un niño podíamos ver cosas totalmente morales y no violentas como Tom & Jerry, mientras que ahora en la televisión sólo muestran crueldad. Ya no podemos confiar en la televisión como nuestros padres. Vivimos en tiempos difíciles.

Desafortunadamente, todo se torció en un oscuro y pésimo día en el que uno de mis hijos (Ahora no recuerdo cuál), trajo a casa el CD (Los juegos vienen en CDs, ¿Verdad?) que nos arruinaría los videojuegos a TODOS. Al igual que Michael Crighton había hecho con Parque Jurásico, Nintendo me había traicionado convirtiendo la anteriormente “segura” Wii en una máquina de diabólica maldad. Un JUEGO VIOLENTO estaba en la Wii, y mi familia ya no estaba segura. ¿Su nombre?

Super Mario Galaxy.

Al principio parecía inocente. El desconocido personaje de la carátula parecía encantador, aunque algo pedófilo, y estaba ensismado como siempre me pasa cuando aparecen colores brillantes y formas curiosas. De todas formas, al poner en el juego en la agujero de la Wii para los discos, había abierto las compuertas al infierno y dejado pasar un rayo de suciedad en mi inmaculada y encantadora casa.

Contemplé con horror como ese “Mario” abusaba de animales, chafaba las cabezas de sus enemigos y no usaba otra cosa que no fuera violencia para acabar con los problemas. Completamente alejado de juegos que habían hecho famosa a Nintendo como Wii Sports y Wii Play, este nuevo personaje era como esos asquerosos matones que Sony y Microsoft habían glorificado con el Jefe Cabestro y Smash Brandycot. ¿Quién era este Mario? Se suponía que Nintendo no se dedicaba a estas cosas. ¿Por qué me había traicionado?

Con una extraña sensación en el estómago, eché un vistazo al catálogo de Wii y lo que vi casi me hace vomitar. Juegos como The Legend Of Zelda, que usan controles realistas y obligan a los niños a atacarse con espadas. Juegos como Super Smash Bros, En los que desconocidos personajes se golpeaban hasta reducirse a pulpa. ¿Zelda? ¿Smash Bros? Nintendo NUNCA había hecho cosas como esas. ¿Por qué habían empezado a apoyar a esos malditos psicópatas que compran esa basura?

No tenía elección. Delante de mis hijos, empecé a pisar a la Wii hasta que se rompió. Con sus pedazos esparcidos por el suelo, les expliqué que la Wii había sido perturbada por algunos videojuegos que no aprobaba, y eso significaba que no podríamos volver a jugar con ella. ¿CÓMO podíamos disfrutar los juegos familiares sabiendo que los VIOLENTOS también existían?

Uno de los niños puso los ojos en blanco y dijo “Otra vez como con los libros no, papá”, y no tuve más remedio que pegarle delante del resto para dar ejemplo. No permitiré que haya violencia en mi casa, y si a alguien le parece mal, recibirá patadas en la columna y la región pélvica hasta que los dos lloremos de dolor.

¿Cómo se atreve Nintendo a olvidarse de la gente que la colocó donde está? Introducir nuevos conceptos como un italiano gordo que salta sobre las cabezas de tortugas nos ha extrañado muchísimo a los que crecimos con clásicos como Wii Music. Ahora que sé que existen los videojuegos violentos en la Wii, no volveré a confiar en ella ni dejaré que vuelva a entrar en mi casa, como cuando prohibí comer comida porque me enteré que algunos alimentos pueden ser malos para la salud, o como cuando destruí todos los discos de música que teníamos porque me contaron que una vez un cantante se había suicidado, y eso sería un mal ejemplo para mis hijos.

La imagen “familiar” de la Wii ha sido arruinada para siempre. Desde ahora, mis hijos sólo tienen permitido jugar con una pequeña caja marrón que encontré en la basura. Hasta que encuentre una razón para estar asustado del cartón.

Y creedme, la encontraré.