jorcoval escribió:Ese cocinero no tendría ni las estrellas Michelín, ni saldría en la lista Forbes de los hombres más influyentes...
Por poder yo creo que podría hacerlo (no creo que una receta tenga patente, aunque a saber) pero los ricachones lo que quieren es snobismo. Y los pobretones lo que queremos es comer bien
+1.
Esa es la clave, ese tipo de comida no se piratea porque no interesa. A una tía le das un bolso-pirata que cuele por un Chanel, y puede fardar como si fuese un Chanel (aunque todos sepamos que el bolso no es Chanel, pero el caso es que cuela por uno de ellos). Pero comer lo mismo que te prepare un Ferrán Adriá o uno de estos cocineros de alto standing (cantidades escasas, sabores peculiares, recetas originales) en el Bar de Paco no serviría porque en un alto porcentaje, los que buscan esa comida desean poder presumir después. Y lo que se lo permite es el nombre del cocinero: a Paco no lo conocen más allá de su barrio, Ferrán Adriá es el no va más de los fogones, al parecer.
Además, la gran mayoría de nosotros cuando salimos a comer fuera buscamos una comida que nos llene, nos resulte sabrosa, con el toque justo de originalidad (generalmente, innovaciones extrañas las justas) y ya puestos, que no nos sangren en la cuenta. Resultado: tortilla de patatas, escalopes, lubina al horno, merluza, ensaladas, etc.
Francamente, lo que uno pueda gastar por comer un día en el Bulli -no sé cuanto será-, me lo gasto mucho más a gusto en cenar 3 veces en el restaurante de toda la vida, con unos platos con sabores "comprobados", con cantidades "suficientes" y sin necesidad de andar fardando del chef nosecuantos.