Una mujer asalariada sigue siendo trabajadora, incluso en los casos menos habituales en que cobre mucho, pues alguien se está llevando parte del fruto de su trabajo. En todo caso lo de la mujer anterior si es asalariada y cobra mucho será poco ético que le diga eso al de los cartones, pero sí, es cierto que tiene derecho a reclamar que sea tratada con la misma dignidad que un hombre.
Sin embargo, cuando ésta mujer pase a vivir de las rentas de su capital entonces será ella la que marque las normas y no al revés.