Informe semanal siempre ha tenido un claro control político. Es de esos programas que como hablaba de cuestiones sociopolíticas interesantes y nos narraba conflictos de otros países o problemas sociales de otras culturas, pensábamos siempre que era periodismo muy válido. No obstante siempre han tenido una política muy permisiva con problemas y realidades sociales del país que eran inasumibles o claramente perturbadoras del clima político. En cuestiones de estado han sido siempre marionetas del partido gobernante.
Yo no tengo esa sensación que se pierda un halo de honradez o imparcialidad del sistema en la televisión pública española. Sólo hay que ver los casos de corrupción que ha denunciado ese programa: cero. Siempre al de años o cuando las cosas se podían criticar sin fisuras.
Una televisión pública no es el corralito del partido político de turno donde hacen propaganda de sus logros y tapan sus vergüenzas. Intentando crear espacios de debate tipo "informe semanal", plurales, que los cojones han sido imparciales y plurales. En política exterior siempre han tenido mucho cuidado en criticar a otros países, sobretodo importantes, no vaya a ser que el embajador se cabree y tengan un conflicto diplomático.
Yo nunca he visto ese aura de legitimidad que los muchos años y premios le han dado a Informe Semanal. Siempre he visto información seria pero atada por el cuello bajo el periodista de turno con las órdenes del PP o del PSOE. Porque ya sabemos lo que es el que los periodistas en este país digan que no reciben órdenes políticas, por supuesto que no se reciben, ya saben ellos solitos que no son tontos hasta dónde pueden llegar en cada sitio que pisan.
El periodismo busca la verdad, no el quedar bien y eso es lo que ha hecho siempre Informe semanal.