Sanjuro está baneado por "troll"
Google es tu amijo:
El vacío no es más que un extenso conjunto de campos magnéticos. Los parámetros que definen un campo magnético son, su dirección, su sentido y su índole, en caso de que su configuración espaciotemporal sea plana. O, su dirección, su sentido y su configuración de velocidades, en caso de que sea curva.
Sin embargo, los efectos electromagnéticos de las partículas, no suelen manifestarse normalmente en el vacío. Son mucho más promiscuos en los sistemas materiales de partículas. Y suelen serlo más, cuanto mayor es la densidad de partículas de la situación. La razón es simple. Para que los efectos eléctricos se hagan patentes en el vacío, es necesario “polarizar” a las partículas. Es decir, hay que conseguir que adopten la dirección del movimiento del campo magnético. Bajo los criterios expuestos anteriormente, esto solo se puede conseguir con una variación de la velocidad del campo. O bien un aumento, o bien una disminución. El aumento de la velocidad del campo, “polariza” a las partículas negativas, disminuye su velocidad relativa y aumenta la velocidad relativa de las partículas positivas, pero no las polariza. La disminución, por el contrario, polariza a las partículas positivas, disminuye su velocidad relativa, aumenta la velocidad relativa de las negativas pero tampoco las polariza.
Aunque parezca un poco complicado, es extraordinariamente simple. Las partículas en el campo magnético se comportan como los coches de juguete que, les das impulso, y siguen siempre en la misma dirección. Si queremos que giren, no tenemos más que darles unos ligeros golpecitos en su parte lateral delantera. Cada golpe modifica un poco su dirección. Al cabo de tres o cuatro golpes habremos conseguido que doble la esquina del pasillo.
En el campo magnético, cada aumento de velocidad equivale a uno de estos “golpecitos” dado a cada partícula negativa. Mientras que cada disminución equivale a un “golpecito” dado a cada partícula positiva. Después de varios pequeños aumentos de velocidad del campo, o de menos, pero más intensos, las partículas negativas habrán adoptado la dirección y el sentido del campo magnético. Lo mismo sucederá con las partículas positivas respecto a las disminuciones de velocidad. Todo ello, nos lleva a la extraordinaria conclusión de que lo ideal, lo más eficaz, y lo más rápido, para polarizar las partículas que circulan por el vacío es que éste varíe de velocidad alternativa y periódicamente. Lo cual es muy fácil de conseguir con cualquier tipo de onda electromagnética.