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Portugal grita un multitudinario basta a la política de austeridad
Cientos de miles de personas se manifiestan en contra de las recetas de la troika
Antonio Jiménez Barca Lisboa 2 MAR 2013 - 19:49 CET1037
Portugal ha vuelto a salir a la calle para rechazar los recortes, la austeridad a mansalva y la política de ajuste que mes a mes, día a día, ha empeorado su vida hasta hacerla irreconocible. Y lo ha hecho de forma masiva, pacífica y exultante, en una emocionante manifestación de cientos de miles de personas que tal vez constituya la mayor marcha jamás celebrada en Lisboa, detrás de una pancarta que decía, simplemente: “El pueblo es el que manda”. Y cuando la manifestación llegó a la hermosísima plaza del Terreiro do Paço, abierta al estuario del Tajo, casi al atardecer, todos, como una sola e impresionante voz, cantaron Grândola Vila Morena, el viejo símbolo de la Revolución de los Claveles, resucitada ahora y reconvertida en himno moderno contra el Gobierno, contra los recortes, contra la troika y contra la vida precaria y el futuro sin horizonte. Los más jóvenes llevaban la letra apuntada en unos folletos que se pasaron de mano en mano. Los mayores se la sabían de memoria. Muchos enarbolaron claveles rojos en el puño en alto. Muchos otros lloraron al cantarla.
Hubo manifestaciones en cerca de treinta ciudades. Los organizadores aseguraron que en Oporto, por ejemplo, habían participado cerca de 400.000 personas. Y muchas más en Lisboa. Sumadas todas, según los convocantes, más de 1.550.000 personas. Pero, más allá de los números y las exageraciones, lo que es cierto es que Portugal ha vuelto a salir a la calle. Ya lo hizo el pasado 15 de septiembre y lo ha vuelto a hacer, convocados por la misma asociación civil, creada hace meses, independiente de los partidos políticos y los sindicatos, el grupo Que se lixe a troika (Que le den a la troika), formado por 130 integrantes que componen una radiografía no del todo infiel de la sociedad portuguesa, ya que entre sus filas se cuentan, entre otros, funcionarios, profesores, parados, autónomos, cantantes o actores.
Entonces, el 15 de septiembre, la masiva respuesta de los portugueses consiguió que el Gobierno del conservador Pedro Passos Coelho reculara y se olvidara de una proyectada rebaja general de sueldos. Después, pasado el calentón popular, aprobó una brutal subida de impuestos alegando que no había otro remedio si se quería conseguir el objetivo del déficit y cumplir con los compromisos. Ahora, los portugueses han vuelto a decir basta y la pelota vuelve al tejado del Gobierno. La manifestación fue una marea inmensa compuesta de jubilados que se quejan del recorte de sus pensiones, de empleados de la sanidad pública que protestan por su desmantelamiento, estudiantes que abominan de tener que emigrar por falta de oportunidades y de gente que se siente estafada, harta y que vive mucho peor que hace casi dos años, cuando el país fue rescatado por la troika (BCE, FMI, UE).
Ni la fecha ni el lugar de la manifestación ha sido casual. Hace casi una semana que, precisamente, los representantes de la troika se encuentran en Lisboa, y su cuartel general es el Ministerio de Finanzas portugués, situado a un paso del Terreiro do Paço. Desde que llegaron, como han hecho en las seis ocasiones anteriores, han inspeccionado cuentas públicas, se han entrevistado con quienes las manejan (y con los líderes de la oposición y los sindicatos). Pronto se encontrarán listos para dar las directrices necesarias para que el macropréstamo pedido por Portugal en 2011 a fin de escapar de la bancarrota siga afluyendo según los plazos previstos.
Tampoco esta es una visita normal de la troika. Desde el principio, ha estado envuelta en expectación y polémica. Los medios portugueses deslizan la idea de que el Gobierno portugués trata ya de cambiar levemente de rumbo y abandonar algo la austeridad a machamartillo que, paulatinamente, hunde al país en una espiral recesiva (la economía se contraerá este año cerca de un 2%, casi el doble de lo previsto por el Gobierno en septiembre, y el paro ya ha superado el 17%).
De hecho, el lunes, el Gobierno portugués solicitará en el Eurogrupo un año más para cumplir el déficit acordado y más tiempo también para pagar los intereses de la deuda. Es decir: Portugal suplica aire, algo que hasta ahora su primer ministro, el conservador Pedro Passos Coelho, se había negado a admitir, convencido de que la única vía era dar vueltas de tuerca cada vez más apretadas a la economía y a la población portuguesas. Por lo pronto, esta misma población portuguesa, harta, ha salido hoy a la calle en masa para, firme y pacíficamente, frente al cuartel general de la troika, gritar “basta” en forma de canción con memoria.Abril está al llegar
Una mujer portaba un cartel original elaborado por ella misma en la manifestación de hoy: “El 25 de abril que hizo mi padre lo voy a tener que volver a hacer yo”. La mujer se llama Isabel Mora, tiene 46 años y perdió a su padre hace cinco meses. “Él luchó mucho por la libertad de Portugal, y salió a la calle el 25 de abril de 1974, cuando la Revolución de los Claveles. Por eso siento que tenía que escribir esto, porque él peleó por unos derechos que me están recortando y que yo tengo que legar a mi hija, que tiene 16 años y que por cierto es esta de aquí”. La hija portaba otro cartel casero que decía simplemente: “Estoy triste por mi país”. Al lado, una amiga portaba otro que rezaba: “Abril está al llegar”. La identificación de esta ola de protestas con la revolución que trajo la democracia a Portugal es enorme. De hecho, muchos de los organizadores de la manifestación, integrantes del grupo civil Que se lixe a troika participaron hace dos semanas en el coro que cantó Grândola Vila Morena en el Parlamento, interrumpiendo al primer ministro, que hablaba en ese momento de recetas económicas para salir de la crisis. Pero no todo ha sido tan indignadamente poético en la marcha de hoy. Un hombre mayor portaba un cartel con un tono cabreado bien distinto: “En esta pancarta no hay espacio para poner a tanto hijo de puta”.
wilobix escribió:Lo triste es que lo llaman austeridad cuando no es más que un saqueo al pueblo portugués. Ya mismo no les queda nada que vender (privatizar como les gusta decir) y encima el país seguirá en la misma ruina que actualmente. Mal camino llevan nuestros vecinos.
jagpgj escribió:wilobix escribió:Lo triste es que lo llaman austeridad cuando no es más que un saqueo al pueblo portugués. Ya mismo no les queda nada que vender (privatizar como les gusta decir) y encima el país seguirá en la misma ruina que actualmente. Mal camino llevan nuestros vecinos.
Están como nosotros pero peor. La situación de Portugal es muy crítica sin duda, no se lleva mucho con Grecia.
maesebit escribió:Esto se va a acabar cuando el problema golpee de lleno a Francia. Entonces comenzarán las prisas por solucionar algo que ya podría estar solucionado, y quienes se negaban a aceptar que tenían parte de la responsabilidad y se cerraban a asumir parte de los costes, tendrán que apechugar con un coste aún mayor del que inicialmente hubiese resultado.
Olvidaos de revoluciones, de revueltas violentas, y de pajas mentales pueriles. Países como España, Grecia, Portugal o Irlanda somos económicamente hablando un cero a la izquierda, y por consiguiente tenemos ese mismo peso político. Esto se acaba cuando la gangrena llegue a Francia y estos se unan a Italia. Entonces será cuando a los economistas ultraortodoxos de centro y norte de Europa les va a llegar el palomino hasta el tobillo.
Hasta entonces, a relajarse y disfrutar del esperpento. No vale la pena provocarse una úlcera por esto.
rukario23 escribió:maesebit escribió:Esto se va a acabar cuando el problema golpee de lleno a Francia. Entonces comenzarán las prisas por solucionar algo que ya podría estar solucionado, y quienes se negaban a aceptar que tenían parte de la responsabilidad y se cerraban a asumir parte de los costes, tendrán que apechugar con un coste aún mayor del que inicialmente hubiese resultado.
Olvidaos de revoluciones, de revueltas violentas, y de pajas mentales pueriles. Países como España, Grecia, Portugal o Irlanda somos económicamente hablando un cero a la izquierda, y por consiguiente tenemos ese mismo peso político. Esto se acaba cuando la gangrena llegue a Francia y estos se unan a Italia. Entonces será cuando a los economistas ultraortodoxos de centro y norte de Europa les va a llegar el palomino hasta el tobillo.
Hasta entonces, a relajarse y disfrutar del esperpento. No vale la pena provocarse una úlcera por esto.
Diles a todas esas familias que no pueden comer que disfruten del momento, a ver que te contestan.
El dinero no debería valer más que las personas.
Esta crisis no es una estafa, la estafa es el sistema capitalista al que las cifras le importan más que las personas.
maesebit escribió:Esto se va a acabar cuando el problema golpee de lleno a Francia. Entonces comenzarán las prisas por solucionar algo que ya podría estar solucionado, y quienes se negaban a aceptar que tenían parte de la responsabilidad y se cerraban a asumir parte de los costes, tendrán que apechugar con un coste aún mayor del que inicialmente hubiese resultado.
Olvidaos de revoluciones, de revueltas violentas, y de pajas mentales pueriles. Países como España, Grecia, Portugal o Irlanda somos económicamente hablando un cero a la izquierda, y por consiguiente tenemos ese mismo peso político. Esto se acaba cuando la gangrena llegue a Francia y estos se unan a Italia. Entonces será cuando a los economistas ultraortodoxos de centro y norte de Europa les va a llegar el palomino hasta el tobillo.
Hasta entonces, a relajarse y disfrutar del esperpento. No vale la pena provocarse una úlcera por esto.
maesebit escribió:rukario23 escribió:maesebit escribió:Esto se va a acabar cuando el problema golpee de lleno a Francia. Entonces comenzarán las prisas por solucionar algo que ya podría estar solucionado, y quienes se negaban a aceptar que tenían parte de la responsabilidad y se cerraban a asumir parte de los costes, tendrán que apechugar con un coste aún mayor del que inicialmente hubiese resultado.
Olvidaos de revoluciones, de revueltas violentas, y de pajas mentales pueriles. Países como España, Grecia, Portugal o Irlanda somos económicamente hablando un cero a la izquierda, y por consiguiente tenemos ese mismo peso político. Esto se acaba cuando la gangrena llegue a Francia y estos se unan a Italia. Entonces será cuando a los economistas ultraortodoxos de centro y norte de Europa les va a llegar el palomino hasta el tobillo.
Hasta entonces, a relajarse y disfrutar del esperpento. No vale la pena provocarse una úlcera por esto.
Diles a todas esas familias que no pueden comer que disfruten del momento, a ver que te contestan.
El dinero no debería valer más que las personas.
Esta crisis no es una estafa, la estafa es el sistema capitalista al que las cifras le importan más que las personas.
La demagogia no sirve para solucionar los problemas.
yonosoyyo escribió:Normal. Aquí la situación es de desesperación total.
GRB_1984 escribió:yonosoyyo escribió:Normal. Aquí la situación es de desesperación total.
Al extremo de Portugal no creo que llegue.
caren103 escribió:Vaya primeramente que estoy del uso y abuso sin ton ni son de la palabra demagogia hasta los mismísimos "demagogos".
maesebit escribió:caren103 escribió:Vaya primeramente que estoy del uso y abuso sin ton ni son de la palabra demagogia hasta los mismísimos "demagogos".
Oh bueno. Yo no tengo la culpa de que haya gente que no sepa qué significa demagogia y use mal la palabra. Pero las consignas regurgitadas y vacías que he citado para tildar de demagogia sí lo son. La próxima vez buscaré algún sinónimo para no parecer otro paleto más usando la palabra sin sentido para descalificar los argumentos de alguien.
Sobre lo demás. Sí, la economía española es un cero a la izquierda. Si tú te creíste el rollo chovinista de que eramos una potencia mundial por construir más bloques de viviendas que el resto de Europa en su conjunto, es tu problema.
Aceptadlo. El peso político va íntimamente relacionado con el peso económico. España no tiene peso político porque no tiene relevancia económica. La única presión que pueden hacer países como España es amenazar con inmolarnos financieramente y suspender pagos unilateralmente. Haríamos daño al resto, pero nosotros estaríamos acabados por décadas.